Una niña de 7 años mata a siete personas en un atentado suicida en Nigeria

Según los testimonios recogidos en Kano, una niña de unos 7 años accionó hacia las 13,30 hora local (12,30 GMT) un cinturón de explosivos que llevaba en su cintura en Kasuwar Jagwal, un lugar destinado a la venta y reparación de teléfonos en Potiskum, muy concurrido a esta hora del día. Cinco personas murieron y 19 resultaron heridas según un primer balance. Fuences médicas del hospital público de Potiskum anunciaron después el fallecimiento de dos de los heridos.

Según los testigos, la niña había sido expulsada en cuatro ocasiones hasta la entrada del lugar por los guardias y miembros de las milicias de autodefensa que sospecharon de ella, por su edad. Los controles son más estrictos desde el atentado anterior cometido en el mismo lugar en enero por dos chicas de 15 y 20 años que dejó seis muertos y 37 heridos.

Finalmente, la niña volvió por otro lado, «se agachó para sobrepasar el cordón de seguridad, a cierta distancia de nosotros. Allí se hizo explotar», explicó Buba Lawan, jefe de una milicia local de autodefensa.

El ataque suicida no ha sido reivindicado pero, según muchos observadores, lleva la firma de Boko Haram, que ha recurrido en numerosas ocasiones a mujeres y niñas para este tipo de atentados.

Mientras los países vecinos de Nigeria organizan la respuesta militar, el ministro francés de Asuntos Exteriores Laurent Fabius ha invitado precisamente a Abuja a involucrarse «plenamente» contra el grupo islamista este domingo en Niamey, en el último día de una gira que le ha conducido al Chad y a Camerún.

Desde 2009, la insurrección de Boko Haram y su represión por las fuerzas nigerianas han causado más de 13.000 muertos y 1,5 millones de desplazados en Nigeria, sobre todo en el noreste del país, donde el grupo extremista se ha hecho con numerosas localidades. Ha multiplicado las operaciones mortales desde hace seis años, entre ellas los atentados suicidas en lugares concurridos como el de este domingo en un mercado de Potiskum, capital económica del estado de Yobe.

El grupo ha extendido sus ataques a Camerún, Niger y Chad, que le combaten en sus fronteras, e incluso por tropas chadianas en suelo nigeriano. Se ha recuperado recientemente a los islamistas numerosas localidades como Gamboru y Dikwa (noreste), próximas a la frontera camerunense.

En una entrevista al periódico privado local This Day difundida este domingo, el presidente nigeriano Goodluck Jonathan ha reconocido haber «subestimado» al grupo. «Probablemente, al principio (de la insurreción), nosotros -quiero decir mi equipo y yo- subestimamos la capacidad de destrucción de Boko Haram», declaró.

De hecho, desde 2009, las fuerzas nigerianas no han logrado detener la expansión de los terroristas, aunque han anunciado recientemente haber recuperado ciudades tomadas por Boko Haram y haber matado a centenares de sus miembros, en Monguno y Baga sobre todo. En Baga y sus alrededores, el Ejército continuaba este domingo sus operaciones de búsqueda.

Según Jonathan, el ejército nigeriano se ha dotado recientemente con nuevas armas y municiones para la guerra contra Boko Haram, cuyo jefe, Abubakar Shekau , ha jurado en un vídeo reciente que hará fracasar el proceso de elecciones presidenciales y legislativas del 28 de marzo en Nigeria.

«Si Dios quiere, detendremos a Shekau antes de las elecciones», ha dicho el presidente, candidato a la reelección.

Nigeria, Niger, Chad, Camerún y Benin anunciaron el 7 de febrero la movilización de 8.700 hombres en una fuerza multinacional anti-Boko Haram.