¿Por qué los escándalos sexuales persiguen a Dominique Strauss-Kahn?

El juicio que acaba de comenzar en Lille , sobre su presunta participación en una red de prostitución, ha vuelto a traer a primera línea los escándalosos sexuales que han salpicado la vida de Strauss-Kahn en los últimos años.

El caso de ahora comenzó a investigarse en 2011, a través de una denuncia anónima , y coincidió con la acusación de una presunta violación de una empleada del Sofitel de Nueva York. Acusación que le obligó a dimitir de su cargo como director del FMI y a su candidatura a la primaria socialista de 2011 para las Elecciones presidenciales de Francia de 2012. Hay quienes quisieron ver en estas acusaciones una conspiración para apartarlo de la carrera presidencial francesa, en la que podía estar detrás Sarkozy.

Este monumental escándalo también se saldaría meses después con el divorcio de su tercera esposa, Anne Sinclair, que si bien inicialmente lo apoyó públicamente, desembocó posteriormente en la separación.

Aquella denuncia desembocó en la revelación de otros escándalos sexuales no hechos públicos, como la posterior denuncia de la periodista Tristane Banon que afirmó que el político había tratado de violarla en 2002 , cuando tenía 22 años y le entrevistaba para preparar un libro. Banon aseguró había tardado tanto en denunciarlo por consejo de su madre, ya que su familia era muy próxima a la del político.

Pero su fama de mujeriego y casanova, ahora envuelta en tintes más sensacionalistas y cuestionables, siempre han precedido a DSK. Ya en 2008, el Fondo Monetario Internacional (FMI) abrió una investigación a Strauss-Kahn, por un presunto caso de nepotismo vinculado a relaciones íntimas con una subordinada, Piroska Nagy, ex alta funcionaria de la institución, de origen húngaro, que trabajaba en el departamento de África. La investigación buscaba aclarar si Strauss-Kahn favoreció económicamente a Nagy y provocó su despido para salvar su matrimonio.