Grecia acentúa la división en la UE en torno a las sanciones a Rusia

El nuevo ministro de Exteriores, Nikos Kotzias, es un marxista declarado y no oculta sus relaciones con sectores nacional-patrióticos rusos, incluyendo a Alexandre Dougin, el ideólogo de las tesis «euroasiáticas» y antinorteamericanas del nacionalismo ruso. Hoy, en su primera participación en un consejo de ministros europeos, dijo precisamente que lo que le precupaba era «prevenir una ruptura entre la UE y Rusia». Sin embargo, después de reunirse con él al margen de la reunión, el ministro de exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo que estaba «menos preocupado».

Se sabe que las reticencias de Syriza no son las únicas. Otros países discuten la necesidad de seguir aumentando la presión sobre Moscú y frente a una UE dividida, se considera que Putin no tiene nada que temer.

También preocupa la actitud del nuevo ministro de Defensa, Pános Kamenos, el líder de los Griegos Independientes es también un ferviente nacionalista, muy sensible a los argumentos tradicionales de Atenas en el conflicto de Chipre, lo que hace temer que no ayudará a suavizar las relaciones fronterizas con Turquía, tanto en el Egeo como Tracia. Kamenos se ha alzado varias veces públicamente contra la actitud de las autoridades consulares turcas en Komotini, en disputas que afectan a los ciudadanos griegos de lengua turca. En la sede de la Alianza Atlántica los portavoces de la organización se han limitado a decir que el cambio de Gobierno en Grecia es «un asunto interno» de un país miembro, pero otras fuetes diplomáticas anticipan la posibilidad de que las ásperas relaciones entre los dos aliados acaben causando problemas en la organización.