Washington negocia con los kurdos sirios a espaldas de su aliado turco

«Hablaron sobre enviar apoyo militar a los kurdos en Kobani », aseguró Xelil, quien indicó que EE.UU. mantuvo sus primeros contactos con el PYD hace dos años, pero que estos fueron mantenidos en secreto «para no molestar a Turquía» . El portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki, de hecho, admitió esta semana que funcionarios estadounidenses se habían reunido con miembros de esta organización, pero no indicó qué cuestiones se habían tratado con ellos.

En la sopa de letras de las organizaciones kurdas, el PYD no es sino la rama siria del PKK , la guerrilla que lleva luchando contra el Estado turco desde 1984, de orientación izquierdista. Dadas las condiciones de Siria (cuyo régimen no solo es uno de los más represivos de la región respecto a la cuestión kurda, sino que estuvo apoyando al PKK contra Turquía hasta 1998), los activistas kurdos de este país decidieron mantener la organización en el plano político, sin recurrir a la violencia .

Sin embargo, cuando Siria se vio arrastrada a la guerra civil, la población kurda creó sus propias milicias en las regiones del norte del país, llamadas Unidades de Protección Popular (YPG), en gran parte compuestas por simpatizantes o miembros del PKK, que las armaron y entrenaron. Las mismas que estos días combaten contra el Estado Islámico en Kobani y otras áreas.

A pesar de su eficacia, y de la presión internacional, Turquía se niega radicalmente a revisar su postura sobre estos grupos. «En este momento, para nosotros el PYD es igual que el PKK. También es una organización terrorista», declaró ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan . «Sería muy incorrecto que América, con quienes somos aliados y estamos juntos en la OTAN, espere que digamos que sí después de anunciar abiertamente semejante apoyo para una organización terrorista», aseguró el mandatario turco.

Un ejemplo de esta intransigencia está en las historias, reveladas por la agencia Reuters, sobre los guerrilleros kurdos de Kobani a los que el ejército turco dejó morir por falta de atención médica. «Hemos tenido problemas en el paso fronterizo, y varias personas no fueron llevadas al hospital a tiempo, debido a obstáculos evitables. Debido a estos retrasos, doce personas han perdido la vida en los últimos días», afirma el diputado kurdo Ibrahim Ayhan. Otro activista kurdo, Blesa Omar, relató a dicha agencia cómo los guardas fronterizos impidieron el paso a tres de sus compañeros heridos en Kobani, hasta que comprobaron que habían muerto.

La vinculación entre las milicias YPG y el PKK es algo difícil de tragar para Turquía . Durante los últimos dos años, la guerrilla ha mantenido un alto el fuego regular como parte de un proceso de paz en marcha con el gobierno turco. A principios de mes, sin embargo, se produjeron varios ataques armados de miembros del PKK contra las fuerzas de seguridad turcas.