El Gobierno libio pide armas, pero no una intervención militar extranjera
La Conferencia de Madrid advierte de los riesgos de una extensión del yihadismo a través de Libia
Luis Ayllón
Una intervención militar extranjera en apoyo del Gobierno legítimo de Libia no es una solución adecuada para resolver la delicada situación que se vive allí, pero sí la ayuda –incluidas armas- para disponer de medios que permitan devolver la seguridad y la estabilidad a ese ... país. El ministro de Asuntos Exteriores libio, Mohamed Abdelaziz, lo dijo ayer claramente ante los periodistas al concluir la Conferencia sobre «Estabilidad y Desarrollo en Libia» celebrada en la capital de España con participación de representantes de una veintena de países y organismos internacionales.
La amenaza de una extensión del terrorismo yihadista a Libia, donde combaten distintas milicias y donde el Gobierno anterior no reconoce al formado tras los últimos comicios celebrados en el país, estuvo presente en las sesiones de la conferencia, en cuya inauguración intervinieron, además de Abdelaziz, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ; el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo , y el representante especial del secretario general de la ONU para Libia, el español Bernardino León.
García-Margallo y Abdelaziz dieron cuenta en rueda de prensa de las conclusiones de la Conferencia, destacando el hecho de que por primera vez se hayan reunido los Estados de las dos riberas del Mediterráneo y los fronterizos con Libia para lanzar un mensaje sobre la importancia de actuar en ese país. El ministro español subrayó que ese respaldo es necesario para evitar que Libia se convierta en un «corredor» del yihadismo en la zona y alertó de que la desestabilización del país magrebí puede tener repercusiones muy graves también para Europa en «términos de seguridad, incremento de flujos migratorios y desarrollo económico». Sobre ese riesgo de repercusiones en otras partes del mundo, había advertido también en la intervención inaugural el representante especial del secretario general de la ONU, Bernardino León.
«La solución corresponde a los libios»
Garcia-Margallo insistió en que la solución «corresponde a los libios», a quienes animó a buscar un diálogo político, y coincidió con Abdelaziz en que no debe haber interferencias de otros países. Siguiendo el comunicado final de conclusiones, indicó que una intervención militar extranjera «sería contraproducente».
No obstante, el ministro libio, que agradeció el reconocimiento de su Gobierno que supone la celebración de la Conferencia, señaló que lo que sí necesitan es que la comunidad internacional se comprometa a ayudar al pueblo libio. Esa ayuda la concretó Abdelaziz en el entrenamiento del Ejército y de la Policía libias, así como en la posibilidad de importar tecnología y armas de «ultima generación» para hacer frente a los terroristas. Además, se mostró abierto a una mayor presencia de fuerzas de la ONU para proteger instituciones e instalaciones estratégicas de Libia e insistió en que hay que lograr que el Gobierno pueda regresar a Trípoli , la capital del país, y tenga el «monopolio absoluto» del uso de las armas.
En las conclusiones se reconoce que la situación en Libia es «extremadamente grave y urgente» y en que es preciso evitar el riesgo de guerra civil o de fraccionamiento del país. Se manifiesta el apoyo al Gobierno salido de las últimas elecciones y se reclama el fin de la violencia, incluso a través de la aplicación del embargo de armas. Tras indicar que no hay solución militar a la crisis, se aboga por la reconciliación y el diálogo entre todos los actores políticos, líderes tribales y otras personalidades destacadas, con exclusión de quienes practiquen la violencia y no renuncien al terrorismo.
El Gobierno libio pide armas, pero no una intervención militar extranjera
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