¿Cómo sería un Reino Unido sin Escocia?

Muchos expertos creen que sí, a pesar de que la bandera tricolor británica es un símbolo universal. Sin Escocia, la «Union Jack» perdería uno de los tres elementos que la conformaron tras la unificación de las coronas de Inglaterra, Irlanda y Escocia en 1603 con Jaime VI de Escocia y I de Inglaterra. A la cruz roja de San Jorge sobre fondo blanco -enseña inglesa- se le sumó la cruz diagonal roja de San Patricio y la cruz diagonal blanca sobre fondo azul de San Andrés, que simboliza a la corona escocesa (la forma diagonal alude al tipo de cruz en que habría sido crucificado el santo). Aunque no está previsto ningún mecanismo constitucional, la bandera podría perder su característico fondo azul -escocés- y ser sustituido por el amarillo, para integrar los colores de Gales, la cuarta nación británica y no representada en la enseña.

El nombre oficial actual, Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, dejaría de tener sentido porque el reino de la Gran Bretaña fue el reino común establecido en 1707 tras la unión de los parlamentos inglés y escocés. En 1801 se amplió el nombre a Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte tras la unión de la corona irlandesa, hasta que la creación del Estado Libre Irlandés en 1922 lo limitó a Irlanda del Norte.

Sí. En la hipótesis de la secesión, el Reino Unido «restante» sería el heredero legal del Reino Unido actual, y mantendría su sillón.