Un atentado terrorista en un centro comercial causa catorce heridos en Santiago de Chile

El artefacto explosivo, según informó el fiscal investigador Francisco Bravo, es similar a otro que fue instalado al interior de un carro del Metro subterráneo hace dos meses: un extintor de incendios relleno con pólvora negra, al que se le adicionó un reloj temporizador, que pudo ser detonado a distancia.

La bomba fue instalada en el basurero de un local de comida rápida, aledaño a la estación de Metro «Escuela Militar», en el barrio alto de la capital chilena. Los heridos, seis hombres y cuatro mujeres, con edades que fluctúan entre los 30 y 60 años, han sido trasladados a distintos centros médicos; seis de los heridos tienen traumas acústicos, mientras las otras cuatro recibieron el impacto de metales; dos de los heridos están más graves, pero sin riesgo vital.

«No puede ser que en el país haya asesinos que intenten asustar a gente que usa cotidianamente transportes públicos. Ya tenemos identificado el auto en el cual escaparon, estamos buscando cómo podemos encontrar la identidad de estas personas, que espero sea en el transcurso de la tarde», dijo el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy. La policía busca a dos personas que huyeron del lugar en un vehículo Chevrolet de color blanco.

Tres horas después del atentado, el lugar fue visitado por la presidenta Michelle Bachelet, quien confirmó que su gobierno aplicará la Ley Antiterrorista a los responsables del ataque. Se trata de una legislación heredada del periodo de la dictadura militar y que el gobierno se ha propuesto modificar.

El atentado, el primero de estas características desde que regresó la democracia en 1990, no ha sido reivindicado por ningún grupo político, y ocurre a pocos días del 11 de septiembre, cuando Chile recordará 41 años desde el golpe de Estado de 1973 que llevó al poder al fallecido general Augusto Pinochet.