Prisionero en Afganistán
El sargento Bergdahl vuelve al servicio activo
Mientras dura la investigación sobre si desertó o no del Ejército de EE.UU. en Afganistán, Bergdahl se ha incorporado a una base Texas, tras cinco años prisionero por los talibán
Emili J. blasco
El sargento Bowe Bergdahl ha vuelto al servicio activo, en un trabajo de oficina, tras cinco años como prisionero de los talibanes afganos. El Pentágono aún debe determinar las condiciones en las que se produjo el abandono de su puesto en 2009 y su caída ... en manos de los islamistas. Entonces ya se concluyó que marchó por propia voluntad, pero aún no se ha aclarado si su fuga constituyó una deserción, pues no se ha determinado la intención con la que dejó su puesto.
«El sargento Bergdahl ha completado la fase final del proceso de reintegración y actualmente está siendo asignado» a la base Fort Sam Houston, de San Antonio, em Texas, según indicó este lunes el Ejército en un comunicado. «Volverá a sus regulares obligaciones. La investigación sobre los hechos y circunstancias que rodearon la desaparición y captura de Bergdahl están todavía en marcha». De momento se ha incorporado con su rango de sargento –cuando desapareció era simplemente soldado; fue ascendido durante su cautiverio–, y podría recibir algún tipo de sanción si le considera culpable de una fuga voluntaria grave.
Bergdahl fue liberado por los talibán el pasado 31 de mayo , canjeado por cinco prisioneros retenidos en Guantánamo, bajo condición de que estos permanezcan un año en Qatar, sin regresar a Afganistán, donde podrían implicarse de nuevo en la lucha armada.
Las felicitaciones por su liberación se vieron enseguida ensombrecidas en Estados Unidos por relatos de los compañeros de unidad de Bergdahl, que retrataron a alguien con crecientes sentimientos antibelicistas que huyó de su puesto, perjudicando la seguridad de los demás. La misma Casa Blanca fue criticada por presentarle como un héroe cuando podía tratarse de un desertor. No obstante, el estado anímico de Bergdahl, manifiesto en su diario y en cartas que había enviado, dibujaron a alguien con problemas interiores, lo que podía hacer disculpables ciertas actitudes.
Una vez rescatado, el sargento pasó varios días en un hospital militar estadounidense de Alemania y luego completó la asistencia médica y psicológica en un centro de Texas. Ahora se le ha asignado un tutor para su incorporación a la base de San Antonio, con el fin de que pueda de inmediato adaptarse a sus nuevas funciones.
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