Hollande cumple dos años en el poder con un 86 por ciento de descontentos
Elegido con un 51,6%, el líder socialista ha logrado enajenar a la izquierda, a la derecha y a los inmigrantes
Hollande cumple dos años en el poder con un 86 por ciento de descontentos
A los dos años justos de su elección como jefe del Estado, el 86% de los franceses estiman que el balance provisional del mandato presidencial de François Hollande es negativo o muy negativo .
El 6 de mayo de 2012, 18.000.668 electores (el ... 51,6% de los sufragios) votaron a favor de François Hollande. Y 16. 860 .685 electores (el 48,4% de los sufragios) votaron a Sarkozy. Dos años justos después, hoy un 52% de los franceses piensan que Sarkozy hubiera sido mejor presidente.
Elegido con el 51,6% de los votos nacionales, Hollande es hoy el presidente más impopular de la historia de la V República Francesa . Apenas un 18 o 20% de los ciudadanos de Francia dicen tener una opinión positiva de su jefe del Estado.
¿Qué ha ocurrido durante los dos primeros años del mandato presidencial de Hollande, para recibir un rechazo tan brutal ? Los electores de izquierda, extrema izquierda y ecologistas se sienten decepcionados o traicionados. Los franceses negros y musulmanes, que votaron masivamente a favor del candidato socialista, se sienten engañados.
Los electores de centro, derecha y extrema derecha ven confirmadas sus peores inquietudes. Durante los dos últimos años, han subido los impuestos, ha crecido el paro, ha crecido el déficit, ha aumentado la deuda pública.
Exilio empresarial
Globalmente, izquierda y derecha de las más diversas categorías parecen pensar que Hollande ha acelerado el «declive» de Francia. El semanario socialdemócrata «Le Nouvel Observateur», por ejemplo, ha publicado un largo y grave informe subrayando que la desindustrialización de Francia, el éxodo masivo de grandes empresas, se ha transformado en una catástrofe nacional.
Desde el centro-derecha, Nicolas Baverez subraya que el choque fiscal de los últimos cuatro años (30.000 millones de nuevos impuestos durante los dos últimos años de la presidencia Sarkozy; y otros 30.000 millones durante los dos primeros años de la presidencia Hollande) ha precipitado, a su modo de ver, un proceso inquietante: el exilio/deslocalización de las grandes empresas nacionales, víctimas de una presión fiscal devastadora para la competitividad.
Las recientes elecciones municipales confirmaron un triple divorcio social y cultural. Los electores de la izquierda tradicional se abstuvieron o votaron a la derecha. Los electores que votaron contra Sarkozy el 2012 (musulmanes y negros) votaron a la derecha, inquietos por las iniciativas de la izquierda cultural (matrimonio homosexual). Los electores centristas y conservadores votaron contra Hollande y su Gobierno, dando a las derechas una mayoría municipal en toda Francia.
Tras la catástrofe electoral de las elecciones municipales, el proyecto de 50.000 millones de euros de recortes, durante los dos próximos años, ha abierto una grieta imprevisible entre Hollande, su Gobierno, dirigido por Manuel Valls, y la izquierda socialista. Cuarenta y un diputados se abstuvieron y negaron a dar su voto de confianza a ese proyecto gubernamental.
Contra viento, mareas y tormentas de impopularidad, Hollande se dice confiado y optimista. El presidente cree ver «síntomas e indicadores» positivos en una realidad económica cuyos indicadores nadie percibe muy estimulantes. Un crecimiento del 1 % no permitirá crear empleo. Los sindicatos temen la congelación de los salarios y pensiones de los funcionarios. El crecimiento inexorable del déficit y la deuda no deja margen a ninguna alegría presupuestaria.
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