Bruselas recibe a Valls con la exigencia de que debe ir más lejos en las reformas
El nuevo primer ministro francés tiene el encargo de hacer compatible la austeridad que pide Europa con la antiausteridad que reclama la izquierda
juan pedro quiñonero
François Hollande ha dado a Manuel Valls una orden: conseguir que Alemania y la UE concedan a Francia nuevos plazos para darse más tiempo para el cumplimiento de los deberes de reducción del déficit y saneamimiento de las cuentas públicas, tarea postergada desde hace años. ... Una orden que contrasta con la exigencia hecha ayer por la Comisión Europea y el Eurogrupo para que vaya más lejos en las reformas económicas y en la comprometida política de austeridad.
Dirigiéndose a Europa, el presidente Hollande ha repetido en muy diversos tonos que Francia debe realizar los «ahorros» (recortes) imprescindibles para cumplir sus compromisos europeos: 15.000 millones de euros de «ahorros» (recortes) este mismo año; y 50.000 millones de «ahorros» (recortes), los dos próximos años. El nuevo Gobierno de Valls tendrá que comenzar a trabajar con esas cifras presupuestarias básicas.
Entre el gran discurso presidencial del lunes y la formación del nuevo Gobierno, el Eurogrupo (ministros de economía de la zona euro), reunido en Atenas, envió a Hollande y Valls un mensaje diáfano: «Francia debe cumplir sus compromisos de Estado, que ya han sido aplazados en dos ocasiones». Valls es el responsable de la ejecución de unas reformas (menos gasto público, reducción de gastos del Estado y de la deuda pública) que Francia se resiste a realizar, incluso desde antes de la llegada de Hollande a la jefatura del Estado.
Los Gobiernos de Alemania y Finlandia han realizado un informe oficioso y «secreto» sobre los riesgos y amenazas de la crisis francesa, que alerta de que la ausencia de reformas y el arrastrar los pies a la hora de llevar a cabo el saneamiento de las cuentas públicas se están convirtiendo en un riesgo creciente para toda la zona euro. Como consecuencia, la Comisión Europea ha relanzado la advertencia de que Francia «debe cumplir sus compromisos». Desde Atenas, el comisario europeo para Asuntos Económicos, Olli Rehn , recordó ayer, con cierta brutalidad diplomática: «No podemos olvidar que Francia ya se ha beneficiado de dos aplazamientos, y que sigue incumpliendo».
Plazos incumplidos
Hollande consiguió aplazar hasta el año 2015 el cumplimiento de un déficit del 3%. En vísperas de la formación del nuevo Gobierno, ayer se hicieron públicas las grandes cifras macroeconómicas. Todos los indicadores están al rojo. El déficit ha crecido hasta el 4,3% y la deuda soberana es superior al 93,5% del PIB. Unas cifras que se alejan de los grandes objetivos y promesas de Estado. Durante los dos años cortos de su presidencia, Hollande ha agravado todos los indicadores, sin corregir ninguno: crecen la deuda, el déficit, el gasto público, los impuestos, el paro...
Primer ministro de Francia, Manuel Valls ha recibido como orden esencial consumar una suerte de cuadratura del círculo: hacer compatibles dos líneas políticas enfrentadas ante el gigantesco desafío europeo.
Pierre Moscovici, ministro de Economía saliente, era partidario hasta ayer de intentar cumplir los compromisos del Pacto Fiscal europeo, que impone unas normas de rigor presupuestario que Francia sigue incumpliendo alegremente.
En el mismo Gobierno saliente, Arnaud de Montebourg, ministro de Industria, defiende una política diametralmente opuesta: «Debemos conseguir una reorientación de la política económica europea. Debemos escapar al dogmatismo de la austeridad de nuestros amigos alemanes». Montebourg también formará parte del nuevo Gobierno presidido por Manuel Valls, que ha recibido del presidente Hollande una sola consigna estratégica, capital: hacer compatibles esas dos líneas políticas antagónicas: la austeridad europea y la antiausteridad de la izquierda socialista.
Un primer ministro de sensibilidad socialdemócrata muy liberal, Manuel Valls, es invitado a formar un «Gobierno de combate» que permita responder a la inquietud europea, intentar frenar la crisis nacional y buscar la cohabitación pacífica de personalidades políticas de sensibilidad muy diferente. El vespertino «Le Monde» , tradicionalmente sensible con los proyectos de Hollande, afirma en su primera página que el nombramiento de Valls es una iniciativa muy arriesgada y políticamente peligrosa.
Contorsiones políticas
La Comisión Europea y el Eurogrupo han recordado que Europa contempla con inquietud las contorsiones políticas de Hollande. En el último Consejo europeo de 2013, Angela Merkel se reunió en privado con Hollande y Mariano Rajoy, repitiendo una advertencia apenas velada: «O aceleráis las reformas o la continuidad del euro puede estar amenazada. La moneda común solo puede funcionar si conseguimos la convergencia que todos nos comprometimos a respetar con el Pacto Fiscal».
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