«La Habana y la Unión Europea negocian de espaldas al pueblo cubano»

-¿Cómo sigue el Movimiento Cristiano Liberación tras la muerte de su líder, Oswaldo Payá, en un cuestionado accidente de tráfico?

-Fue un golpe muy grande, pero se ha recuperado y continúa creciendo con proyectos impulsados desde que vivía Oswaldo Payá. Como «El camino del pueblo», una plataforma que ha tenido bastante aceptación entre los ciudadanos de a pie, los que no están organizados y viven en la pobreza, y los grupos opositores. Es una propuesta que pide derechos para los cubanos, empieza hablando de la libertad de expresión, de asociación, de la necesidad de elecciones democráticas... Sin derechos no hay cambio. También está el Proyecto Heredia, el proyecto de ley del reencuentro nacional, que significq que los cubanos que están fuera de la isla, no importa cuándo salieron del país, son tan cubanos como los que estamos dentro.

-¿Han encontrado apoyo internacional, en concreto de España, a su solicitud de una investigación independiente sobre la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero?

-He viajado a Madrid para participar en una reunión con otros grupos de la oposición. Allí propuse que figurase esa petición entre las conclusiones, pero no fue aceptado por los otros disidentes. En cuanto a España, a nivel de gobierno, no hemos tenido respaldo ninguno. De hecho, nuestra petición ha sido rechazada por el Poder Judicial. Nos sentimos defraudados. Más en mi caso pues mis raíces son españolas, mi padre era español y tengo la doble nacionalidad.

?????????-¿La reciente reunión entre grupos opositores fue un paso adelante o cree que a la disidencia aún le queda un largo camino por recorrer hacia su unidad frente al castrismo?

-Desde aquí no se cambia Cuba. Para hacerlo no solo hay que fijar una dirección sino pasos concretos que hay que dar para poder buscar el cambio. Implementar proyectos muy concretos de cambio, entre ellos la formación de un movimiento cívico capaz de mover el poder, de cambiar el sistema, que sea el pueblo el que tenga el protagonismo de decir qué tipo de gobierno quiere... Es la tercera vez que en Cuba se implementa la figura del cuentapropista (trabajador por cuenta propia). En las dos ocasiones anteriores se hizo para aliviar una situación muy tensa, pero luego los inspectores los fueron ahogando y terminaron por entregar sus licencias. Quién nos dice que por tercera vez no ocurrirá lo mismo. Hasta hoy se puede entrar y salir del país, aunque no es así para todos, pero como están por encima de la ley, la pueden violar cuando lo quieran.

-¿Qué le parecen los cambios que ha introducido Raúl Castro desde que encabeza la dictadura?

-Ahora se puede salir y entrar del país sin permisos, pero son cambios-fraude porque no están respaldados por los derechos, cosméticos. El Proyecto Heredia plantea la movilidad interna, cada uno tiene derecho a establecerse donde quiera en la isla, la libertad económica... Es abarcador, garantiza derechos, no es una medida cosmética para regular momentáneamente una situación, eso es engañar al pueblo.

-¿Se sintió defraudado con la luz verde de la Unión Europea a las negociaciones con el régimen cubano para llegar a un acuerdo de asociación?

-En los últimos años, cada vez que la Unión Europea estable una especie de diálogo con el Gobierno cubano, este le ha planteado como premisa que no se puede hablar de derechos humanos, de disidencia interna y que no se puede tener contacto con esa oposición. Es la agenda actual de la UE. Esta última iniciativa de la Unión Europea no le conviene a los cubanos, se están teniendo negociaciones de espaldas al pueblo cubano. Siempre priman los intereses entre los gobiernos.

-¿El régimen mantiene la represión contra sus opositores, pese a la perspectiva de un acuerdo con la UE?

-En los últimos años ha aumentado contra todos los grupos de la oposición. A los miembros de nuestro movimiento nos han reprimido fuertemente, una prueba de ello es la muerte de Oswaldo Payá. Hemos intentado por todos los medios la liberación de Yosvany Melchor, un disminuido psíquico preso en La Habana desde junio 2010, condenado a doce años por «entrada ilegal y tráfico de personas» tras regresar de EE.UU. No pertenece al MCL, pero sí su madre, Rosa Rodríguez. Es una represalia. El Gobierno le ha dicho a su madre, asediada permanentemente, que seguirá preso mientras ella pertenezca al movimiento.