Ucrania
Rusia teme perder la base de la Flota del Mar Negro
Lo que está pasando en Crimea recuerda los escenarios contemplados ya en Abjasia y Osetia del Sur
Rafael M. Mañueco
El guión que se está aplicando en Crimea por parte de Rusia se asemeja mucho al utilizado anteriormente en Abjasia y Osetia del Sur. El día de ayer estuvo plagado de sucesos alarmantes para la paz en Ucrania y para su integridad territorial. Más de ... 50 hombres armados irrumpieron ayer en el edifico que alberga la Asamblea Legislativa (Rada) y el Gobierno de Crimea, en Simferópol, mientras Rusia anunciaba que dará todo su apoyo al depuesto presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich.
Al mismo tiempo, en Simferópol, capital de Crimea, Sebastopol, base de la Flota del Mar Negro de Rusia, y en otras ciudades de la península proliferan los grupos de “autodefensa”, pero mucho mejor armados que el servicio de orden del Maidán, que también se denominaban así. Los combatientes «espontáneos» de Crimea llevan fusiles Kaláshnikov y se mueven en carros blindados. Son jóvenes bien fornidos, aunque algunos no tanto. Una parte de ellos están medio famélicos y llevan en la cara el sello de haber pasado tiempo en la cárcel.
Los que ayer por la mañana temprano asaltaron la Rada de Crimea iban aún mejor equipados, según las autoridades locales, con armas de la última generación, con el rostro cubierto por máscaras y armados hasta los dientes. Izaron la bandera rusa en el edificio. El primer ministro de la península, Anatoli Mogiliov, destituido horas después por los diputados el Parlamento local, compareció ante las cámaras de televisión para informar del suceso y admitió no saber quiénes eran los que tomaron el Parlamento. Llamó a la calma, declaró el día festivo para los escolares y pidió encarecidamente a la población no provocar ningún acto de violencia.
Paralelamente, en un inesperado comunicado, Yanukóvich reaparecía para decir que sigue siendo el presidente legítimo de Ucrania «elegido tras la libre expresión de la voluntad de los ciudadanos en las urnas». Por tanto, según el depuesto jefe del Estado, las decisiones que está adoptando la Rada Suprema (el Parlamento ucraniano) son «ilegítimas». Yanukóvich termina advirtiendo que el sureste de Ucrania y Crimea no aceptan la anarquía de un país en el que los ministros han sido elegidos por una multitud en una plaza”. Seguidamente, Rusia anunciaba que «se ha satisfecho» la solicitud de Yanukóvich de garantizar su seguridad personal en territorio ruso.
Lo que contribuyó a hacer que aumentara aún más la crispación entre las nuevas autoridades en Kiev fue la advertencia del Ministerio de Exteriores ruso de que «serán defendidos con firmeza y de forma inflexible» los derechos de sus compatriotas en Crimea. Este toque de atención surgía cuando los cazas de combate rusos reforzaban su presencia en las zonas fronterizas con Ucrania en el marco de unas maniobras ordenadas por el presidente Vladímir Putin el miércoles.
En la capital ucraniana, el presidente en funciones, Alexánder Turchínov, alertaba a Rusia de que “cualquier movimiento en Crimea de las tropas rusas pertenecientes a la Flota del Mar Negro será considerado como una agresión militar”. El ministro ucraniano de Interior, Arsén Avákov, dio orden de poner la Policía ucraniana en Crimea en estado de alerta.
Después, el Ministerio de Exteriores ucraniano convocó al encargado de negocios ruso, Andréi Vorobiov, para que diera explicaciones del comportamiento ruso en Crimea. Según un acuerdo firmado tras la desintegración de la URSS, en 1992, Moscú se comprometió a «garantizar la independencia y la integridad territorial de Ucrania» a cambio de que Kiev se deshiciera de las armas nucleares que había entonces en su territorio. La Diplomacia ucraniana invocaba ayer aquel convenio y pedía a Rusia que se abstuviera de desplegar sus tropas en Crimea más allá del perímetro de sus bases. El portavoz de Exteriores ruso, Alexánder Lukashévich, respondió que no ha habido ninguna violación de lo convenido.
En cualquier caso, el objetivo que perseguían los hombres armados que ayer entraron en la Rada de Crimea se consiguió. Su presencia fue suficiente para disuadir a los diputados de que aprobaran la convocatoria de un referéndum para «ampliar la autonomía» de la península, eufemismo que encierra, primero la independencia, y luego la incorporación a Rusia. La consulta tendrá lugar el 25 de mayo, el mismo día en la que tendrán lugar los comicios para elegir a un nuevo presidente en Ucrania. Los parlamentarios de la Asamblea local destituyeron además a todo el Gobierno, con Mogiliov a la cabeza.
En cuanto al Ejecutivo del poder central, la Rada dio ayer satisfacción al Maidán y nombro primer ministro a Arseni Yatseniuk, número dos de la formación Batkívshina (Patria). «Éste será un Gobierno de kamikazes políticos», declaró Yatseniuk tras la votación en la que fue designado a la cabeza del Gobierno (371 a favor de 417 presentes). A continuación procedió a presentar a sus ministros, una amalgama de tecnócratas, activistas del Maidán y radicales.
El nombramiento de Andréi Parubi, el jefe de los grupos de autodefensa del Maidán, como secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, ha dado un nuevo pretexto a Rusia para deslegitimar una vez más a las nuevas autoridades ucranianas.
«Es un Gobierno de los ganadores que incluye representantes de los nacionalistas radicales», afirmaba ayer el portavoz ruso de Exteriores. Lukashévich denunciaba además el hecho de que «no se ha cumplido ni un solo punto del acuerdo alcanzado entre Yanukóvich y la oposición sobre la formación de un gobierno de unidad nacional», el viernes de la semana pasada. El responsable del departamento de prensa de la Diplomacia rusa denunciaba también la nueva ley que, según él, limitará el uso del idioma ruso en Ucrania y los “ataques” que están sufriendo los miembros de la Iglesia Ortodoxa rusa fiel al Patriarcado de Moscú.
En su discurso programático, Yatseniuk subrayó la necesidad de un total acercamiento a la Unión Europea. «Ucrania ve su futuro en Europa. Queremos formar parte de la Unión Europea», afirmó ante los diputados. Otro de los objetivos planteados es evitar la quiebra de Ucrania porque, señaló, el país «está hecho trizas». «Tenemos vacías las arcas del Estado, ha sido robado todo. No prometo mejoras, ni hoy ni mañana. Nuestro principal objetivo es estabilizar la situación», dijo Yatseniuk.
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