Internacional
La caída de «El Chapo» Guzmán es la oportunidad de Los Zetas
El cártel tiene los medios militares para intentar una ofensiva contra sus rivales de Sinaloa
Diego Alarcón Rozo
El cártel de Sinaloa es la empresa ilegal más grande del mundo. Su estela narcotraficante toca a más a de 50 países del mundo, con una concentración natural en América, donde desde Estados Unidos hasta Argentina, no existe nación libre de sistemas de producción y ... distribución, enlaces de rutas y lavado de dinero. Pensar en que la caída de su líder, Joaquín «El Chapo» Guzmán, detendrá sus engranajes es una idea ingenua, señalan fuentes de seguridad de Washington.
Su detención sí podría tener consecuencias entre otras bandas rivales de narcotraficantes para las que ahora se abren nuevas oportunidades. Guzmán pudo no dejó de ampliar su imperio durante la última década a medida que eran diezmados sus adversarios, en especial el cártel de los hermanos Beltrán Leyva. Esta puede ser la oportunidad para crecer de Los Zetas, el cártel que durante los últimos cinco años ha sostenido un reñido pulso con «El Chapo» y sus secuaces por el control del mayor número de plazas en México.
Los Zetas podrían crecer a costa del cártel de Sinaloa, pues son los únicos que tienen medios «militares» para lanzar ahora una ofensiva oportunista. En cualquier caso la autonomía de las células del cártel de Sinaloa tienen recursos de sobra para disputar la guerra. La caída de «El Chapo» afectará a los enlaces internacionales del cártel de Sinaloa, en especial en Suramérica, donde la idiosincrasia criminal dicta que los negocios se pactan con personas y no con estructuras.
El ejemplo de Cololmbia
En Colombia, que sería el ejemplo más emblemático por el protagonismo de sus organizaciones criminales, la figura de «El Chapo» encarcelado abre numerosos interrogantes. Es bien sabido por las autoridades colombianas que el cártel de Sinaloa mantiene estrechos contactos y negocios con los grupos que controlan el narcotráfico en el país: Los Rastrojos, La Oficina de Envigado y Los Urabeños, todos ellos con un pasado común en el cártel de Medellín que alguna vez lideró Pablo Escobar. Si bien para ellos no se podría hablar de «un golpe directo» sí puede decirse que a partir de ahora y hasta que las aguas se calmen, entran en etapa de «reacomodamiento».
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