Un joven apodado «Renzusconi»

Renzi, político de origen democristiano, reconoce ser un gran ambicioso. Y fiel a su ambición, ha quemado etapas a gran velocidad: a los 19 años se convierte en secretario provincial del Partido Popular italiano (democristiano), a los 29 es elegido presidente de la provincia de Florencia, a los 34 alcalde de la misma ciudad, y el pasado 8 de diciembre, con 38 años, fue elegido secretario general del Partido Demócrata, con un 67,5% de apoyo de militantes y simpatizantes del centro-izquierda, en total casi dos millones de votos.

Reconoce su ambición con esta anécdota: «Mi confesor espiritual me decía cuando era joven: Dios existe y no eres tú, así que relájate». Tras el paso de Renzi por la alcaldía de la ciudad, Florencia luce radiante. Renzi se imagina en el papel de nuevo Tony Blair para situar a su partido en el camino de un moderno reformismo.

A veces se le acusa de parecerse demasiado a Silvio Berlusconi, quien, por cierto, lo elogia con frecuencia. Se lo dicen casi como un insulto, pero en realidad es también un elogio, pues, al igual que «Il Cavaliere», el alcalde de Florencia es un gran comunicador y amante de eslóganes y frases de impacto. De ahí que se haya acuñado ya un sobrenombre al secretario del PD: «Renzusconi».