Scotland Yard investiga a tres exempleados del hotel donde desapareció Maddie

Los tres sospechosos, presuntos miembros de una banda de ladrones que asaltaba casas en la región del Algarve, operaban dentro del propio hotel y la noche en la que comenzaba la pesadilla para la familia McCann se encontraban en la zona. Además, Scotland Yard ha detectado frecuentes intercambios de llamadas de teléfono entre los tres exempleados del resort minutos antes y después de que Kate McCann descubriera la cama vacía de su hija mayor.

Una de las hipótesis sería que hubieran empleado el manejo absoluto del funcionamiento del hotel tras trabajar meses allí para desvalijar habitaciones, asaltando entre otras la de los McCann y como resultado hubiera desaparecido la niña.

El detective jefe de la 'operación Grange', lanzada con la autorización expresa del primer ministro británico, David Cameron, se ha desplazado a Faro tras haber cursado semanas atrás la solicitud oficial para interrogar a los tres sospechosos. Aunque existe una total colaboración entre la Policía británica y la portuguesa, ambas siguen líneas de investigación diferentes.

Nelson Rodrigues, un camarero del complejo hotelero cuando se produjo la desaparición, declaró al diario «Daily Mirror» que una gran parte del personal tenía acceso a las habitaciones.

«Muchos de los empleados podían coger las llaves. Desde los recepcionistas, al equipo de limpieza o los chicos de mantenimiento. Todos podían entrar en las habitaciones libremente. Recuerdo que en esa época cuando los McCann se hallaban allí alojados, los huéspedes denunciaron multitud de robos de teléfonos móviles y dinero en efectivo y en definitiva, cualquier cosa de valor que dejaban en la habitación», comentó al rotativo inglés.

El proceso judicial del mediático caso, del que incluso la BBC emitió una reconstrucción de los hechos el pasado mes de octubre, se dio por cerrado en 2008 sin que se llegase a esclarecer el paradero de la pequeña ni el motivo que hubiera provocado su desaparición.

El caso del que han corrido ríos de tinta en la prensa europea comenzó en un apartamento en el complejo turístico de Praia da Luz cuando sus padres cenaban con unos amigos en un restaurante cercano dentro del hotel.

La Fiscalía portuguesa decidió reabrir la investigación en octubre de 2013, después de que un equipo de la Policía Judicial dedicado desde marzo de 2011 a volver a estudiar el caso encontrara nuevos indicios.