La ONU acusa a ambas partes del conflicto de Sudán del Sur de cometer «atrocidades»
Los vecinos regionales toman partido por el presidente, Salva Kiir, a pesar de las denuncias
EDUARDO S. MOLANO
Naciones Unidas ha acusado a las fuerzas del presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y a las del exvicepresidente Riek Machar, convertido ahora en líder rebelde, de cometer atrocidades en el conflicto que estallara en el país africano a mediados del pasado mes de ... diciembre.
«Tanto el Gobierno como las fuerzas anti-gubernamentales tienen la responsabilidad de proteger a la población civil» , asegura Ivan Simonovic, el enviado de la ONU a Sudán del Sur, quien reconoce que en dos semanas se hará público un informe realizado por 92 investigadores en el país.
De igual modo, Simonovic definió a la localidad de Bentiu, cuyo control ha discurrido en los últimos días entre ambas facciones, como una «ciudad fantasma» .
Consultado sobre estas acusaciones, el portavoz del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA), Philip Aguer, aseguraba de forma lacónica a ABC que el «Gobierno de Sudán del Sur da la bienvenida a cualquier investigación de la ONU sobre las matanzas cometidas en el terreno».
Desde el pasado 15 de diciembre, los enfrentamientos entre simpatizantes del presidente Kiir (de etnia dinka), y el depuesto vicepresidente Machar (nuer), amenazan con reabrir las heridas tribales en la nación más joven del mundo.
El conflicto tiene su origen en las acusaciones de Kiir sobre su histórico rival político Machar (a quien despidió en julio), de planear la toma del poder por la fuerza, lo que ha generado un conflicto inter-étnico en ciertas regiones del país.
No obstante, las fuerzas del poder, la corrupción y el dinero parecen ser más capitales que la etnia.
Aunque los crímenes en nombre de ésta se sucedan. Según denunciaba Human Rights Watch esta semana , «crímenes atroces se han cometido contra la población civil por la única razón de su origen étnico». Por ejemplo, la organización documenta cómo, en la noche del 15 de diciembre , las fuerzas del orden de la capital, Juba, detuvieron a cientos de hombres nuer y los condujeron a una dependencia policial del barrio de Gudele. Al día siguiente, y según testigos presenciales, hombres armados comenzaron a disparar de manera sistemática a través de las ventanas del edificio, matando a entre 200 y 300 personas.
Uganda, involucrada en combates
Ante estas reportes, la toma de partido por parte de la comunidad internacional hacia el presidente Kiir (sobre todo, tras las recientes conversaciones de paz celebradas en la capital de Etiopía, Addis Ababa) resulta complicada de digerir.
Ahora, tras la petición del mandatario sursudanés, tropas de la vecina Uganda patrullan ya el aeropuerto y los edificios gubernamentales de la capital e, incluso, se han visto envueltas en combates por la «liberación» de la ciudad de Bor . De igual modo, el presidente de Sudán (norte), Omar al Bashir, se reunía a comienzos de mes con su homólogo sursudanés para poner fin a la crisis.
«Venimos a traer la paz a nuestros hermanos y hermanas. Nuestra relación es muy importante» , señaló entonces Bashir, sobre el que, curiosamente, pesa una orden de detención por parte del Tribunal Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.
La ONU acusa a ambas partes del conflicto de Sudán del Sur de cometer «atrocidades»
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