Berlusconi desentierra el hacha de guerra contra el gobierno de Italia

El 1 de agosto «Il Cavaliere» fue condenado por el Tribunal Supremo por fraude fiscal en el caso Mediaset . Pero Berlusconi ni se resigna ni acepta las reglas del juego. Se considera la víctima de una «magistratura de izquierdas» que, dice, quiere «eliminarle como líder del centro-derecha».

«Il Cavaliere» ha desencadenado una gran ofensiva mediática y social. A la misma hora en que se vota su expulsión del Senado, ha convocado a sus fieles a una manifestación ante su residencia romana: «Se echarán a la calle todos los ciudadanos preocupados por lo que está sucediendo y por el futuro de nuestro país. No se echan a la calle para defender a Berlusconi, sino para defender a la democracia», anunció «Il Cavaliere».

Presión en la calle

Desafiante, Berlusconi promete que su presión en la calle «es solo el inicio». Y en efecto, para esta noche tiene previsto acudir al popular programa de televisión «Porta a Porta» (Rai 1) presentado por un conocido periodista de su confianza, Bruno Vespa. Es previsible que convertirá su aparición en un mitin para atacar a la magistratura y a las instituciones que no le han dado un salvoconducto para liberarlo de las manos de la Justicia.

Sin inmunidad parlamentaria, Berlusconi teme ser objeto de una «cacería» por parte de las fiscalías de Milán y Nápoles, donde tiene muy graves causas pendientes, como la compra de un senador para hacer caer el Gobierno de Romano Prodi y la condena a siete años en juicio de primera instancia por prostitución de menores en el caso Ruby .

La despedida de «Caimán» (como en el film premonitorio de Nanni Moretti, de 2006) que prepara «Il Cavaliere» preocupa a las fuerzas políticas. El Partido Democrático ha reaccionado con alarma: «Llamar a la gente a que se echen a la calle en protesta contra una sentencia del Tribunal Supremo representa una ruptura con la historia de la República», afirmó el responsable de Justicia del Partido Democrático, Danilo Leva.

Por otro lado, al anunciar su voto en el Senado contra los presupuestos, el partido de Berlusconi, Forza Italia , promete ser duro en la oposición. Su objetivo es desestabilizar al Gobierno para que se convoquen cuanto antes elecciones generales. El Ejecutivo de Letta no corre riesgos, por ahora, gracias a la escisión registrada en el centro-derecha, donde el sector disidente liderado por Angelino Alfano ha dado la espalda a su antiguo «padre político». Letta contará con un amplia mayoría en la Cámara de Diputados, mientras en el Senado es apoyado por 168 senadores, es decir, solo 7 votos por encima del límite de la mayoría absoluta.