La negociación nuclear con occidente centra los cien días de Rohani en Irán
El deseado pacto no termina de producirse, pero Teherán y las potencias occidentales retomarán el diálogo el próximo día 20
mikel ayestaran
Hasán Rohani no puede celebrar sus primeros cien días de mandato con el pacto nuclear que le hubiera gustado tener ya cerrado. Pese a llegar más lejos que nunca en las última década, Irán y el 5+1, grupo formado por los cinco miembros permanentes ... del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China) junto a Alemania, no fueron capaces el sábado de cerrar el pacto en Ginebra y dentro de una semana volverán a reunirse en la ciudad suiza para intentarlo de nuevo.
Los detalles del documento final no han trascendido, solo las líneas generales que apuntan a un planteamiento de suspensión de uranio al 20 por ciento, nivel próximo al noventa por ciento que se necesita para la fabricación de armamento, según los expertos, por parte de Irán a cambio del levantamiento parcial de las sanciones internacionales. Rohani prometió durante la campaña electoral “un plan de impacto” para mejorar la economía del país en los primeros cien días, pero necesitará más tiempo porque para salir de la crisis actual la república islámica necesita acabar con unas sanciones que han hundido un sesenta por ciento la venta de crudo, principal fuente de ingresos del país.
La presión de aliados de Occidente y enemigos acérrimos de la república islámica como Arabia Saudí e Israel -que califica cualquier acuerdo que no signifique la suspensión total del enriquecimiento de uranio, no solo al veinte por ciento, como “el pacto del siglo para Irán”-, y la falta de confianza sobre la mesa de negociación parecen las causas principales para retrasar la firma de un pacto que abriría las puertas a una hoja de ruta de un año de duración en la que, por fases, Irán tratará de demostrar a Occidente el carácter puramente civil de su programa atómico. Una confianza que servirá también para ir levantando los castigos que pesan sobre los sistemas financiero y petrolero.
Acusaciones mutuas
La aparente buena sintonía lograda por la diplomacia iraní tras la llegada de Rohani se ha visto afectada en las últimas horas por los efectos de la cumbre de Ginebra. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry , acusó a Irán de ser el culpable de dar marcha atrás en el último momento cuando todo estaba listo para la firma. Kerry advirtió además que los iraníes se enfrentan a nuevas sanciones en caso de que no acepten las condiciones propuestas por el 5+1.
El ministro de Exteriores de Rohani, Javad Zarif, uso su cuenta de Twitter para responder y preguntó al jefe de la diplomacia estadounidense si "¿acaso es Irán el echó por tierra la mitad del texto de los norteamericanos el jueves por la noche y el viernes por la mañana hizo comentario públicos en contra?” Una acusación indirecta a Francia, país al que la república islámica acusa de ser el responsable de la falta final de un acuerdo que cuyo enviado a la cumbre, Larent Fabius, aseguró no disipaba totalmente las dudas sobre el carácter del programa nuclear iraní. Pese a este cruce de acusaciones Zarif reiteró que "seguimos a favor de un compromiso efectivo. La interacción en pie de igualdad es fundamental para conseguir objetivos comunes".
El parlamentario Mohammad Dehghan también respondió a la amenaza de Kerry sobre un posible reforzamiento de las sanciones si la firma se retrasa y subrayó que “el gobierno está decidido a desarrollar la energía nuclear” y acusó al 5+1 de “sucumbir ante la presión del régimen sionista”.
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