Berlusconi se enfrentará a un nuevo juicio por la compra de un senador

Además, la magistrada dictaminó el envío a juicio del empresario y exdirector del diario «Avanti» Valter Lavitola, acusado de participar como mediador en el supuesto pago , y condenó a un año y ocho meses de cárcel al exsenador De Gregorio, con lo que aceptó el acuerdo de pena alcanzado por éste con los fiscales.

En la vista celebrada este miércoles, previa a la decisión de la jueza Primavera, Lavitola prestó declaración en el Tribunal de Nápoles y admitió, según fuentes citadas por los medios locales, que entregó «importantes sumas de dinero» a De Gregorio, aunque justificó que éstas provenían de la financiación del periódico «Avanti», en el que ambos eran socios.

Este caso se basa en el supuesto pago de tres millones de euros a De Gregorio , exsenador del progresista partido Italia de los Valores (IDV), como parte de un plan acordado en 2006 para que se pasase a las filas del conservador Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi, entonces en la oposición, y hacer caer así el Gobierno Prodi.

Su voto y el de otros senadores que también abandonaron la mayoría en el Gobierno acabó produciendo la caída del Ejecutivo de Prodi durante una votación en el Senado en 2008.

La investigación

De Gregorio, dentro de su llamada «operación de verdad», denunció que recibió dinero de Berlusconi como parte de ese plan.

Este nuevo frente judicial para Berlusconi llega en un momento delicado para «Il Cavaliere», después de su condena definitiva a cuatro años de cárcel por fraude fiscal en el llamado caso Mediaset.

A la pena de cárcel por el caso Mediaset se suman los dos años de inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos dictaminada el pasado sábado por el Tribunal de Apelación de Milán (norte de Italia), que el ex primer ministro todavía puede recurrir ante el Supremo.

Está previsto que Berlusconi afronte en las próximas semanas la votación en el pleno del Senado sobre la posible retirada de su escaño de senador, debido a esa condena a cuatro años de cárcel. Según la llamada Ley Severino, que entró en vigor en enero de este año, en el Parlamento italiano no pueden tener escaño personas con condenas en firme superiores a dos años de prisión.

Berlusconi tiene además pendiente en Milán el proceso por el llamado caso Ruby, en el que está acusado de incitación a la prostitución de menores y abuso de poder y en el que ya ha sido condenado en primera instancia, así como el juicio por el caso Unipol, en el que está acusado de violación del secreto de sumario y por el que también ha recibido ya una primera sentencia.