La reforma sanitaria de Obama echa a andar en mitad del «cierre» del Gobierno
El presidente de EE.UU. carga contra la oposición por forzar el colapso para eliminar sus planes de salud
emili j. blasco
«Cerrado. Nos disculpamos por los inconvenientes» , era el letrero que este martes en varios museos cercanos a la Casa Blanca evidenciaba el cierre parcial de la Administración estadounidense , que afecta a 800.000 trabajadores públicos y a la prestación de diversos servicios. ... Pero en medio de ese cierre, se abría una importante novedad: la venta de seguros médicos para millones de personas, en aplicación de la reforma sanitaria impulsada por Barack Obama, el «Obamacare».
Era «la gran ironía del día» , como dijo el presidente en una comparecencia ante los medios para cargar contra los republicanos. «Ellos han cerrado la Administración, pero la ley está abierta», señaló .
El «Obamacare» había estado en el centro del enfrentamiento de los últimos días entre demócratas y republicanos. El 31 de septiembre vencían los presupuestos federales , y los republicanos condicionaban la aprobación de una prórroga presupuestaria a que se eliminaran, o se retrasaran un año, los fondos destinados al «Obamacare», que este martes abrió su tienda de seguros privados, principal parte de la reforma sanitaria. Un paso histórico que ocurrió en medio de problemas técnicos de la web del Gobierno que centraliza las ofertas de seguros. Incidencia que Obama atribuyó a la avalancha de interesados y la oposición a sus reformas.
Del actual cierre se pasaría a la quiebra de la AdministraciónObama insistió el martes en que no negociará modificar una ley que constituye la principal pieza de gobierno de su presidencia. Y advirtió a sus contrincantes que tampoco piensa poner sobre la mesa la necesidad de subir el techo legal de la deuda federal, que hacia el 17 de octubre llega a su límite. Del actual cierre, que puede prolongarse varias semanas , se pasaría a la quiebra de la Administración, con «efectos mucho más dañinos en la economía», advirtió Obama.
Aunque el presidente criticó a los republicanos, siempre opuestos al «Obamacare», por aprovechar una discusión presupuestaria para hacer «demandas ideológicas», ellos respondieron que la tramitación de las cuentas es precisamente la ocasión de fijar prioridades en la distribución del gasto.
Eric Cantor , líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, ofreció a los demócratas, que a su vez controlan el Senado, la constitución de un comité conjunto para negociar una salida a la situación. La respuesta fue rápida: «No iremos al comité con una pistola en la sien» , replicó Harry Reid , líder demócrata en el Senado. El bloqueo negociador puede durar días, incluso semanas.
Para forzar el brazo de los republicanos, Obama hizo su comparecencia acompañado de varias personas beneficiadas por el «Obamacare». «Estos son los americanos a los que vosotros dañáis si quitáis los fondos a la ley », afirmó, pronunciando seguidamente el nombre de quienes le flanqueaban: Nancy, Amanda… «La ley está aquí para quedarse», sentenció.
Cobertura a 30 millones
El objetivo principal del «Obamacare» es dar cobertura sanitaria a los 30 millones de estadounidenses que no tienen seguro médico, mediante la subvención de la compra de pólizas privadas y la extensión del seguro médico público para la población con pocos recursos, cuyo umbral se ha rebajado.
El 85% de la población tiene ya algún tipo de asistencia sanitaria, bien porque es pagada por sus empresas, bien porque es cubierta por el Gobierno (pobres y jubilados). El 15% restante es el que a partir de este martes comenzó a contratar seguros privados subvencionados , tanto los que no tenían ninguno como los que ya contaban con un seguro pero ahora desean la ayuda económica federal (salvo quienes tienen altos ingresos).
Divididos
El hecho de que la ley obliga a adquirir una póliza privada a quienes no tienen seguro fue uno de los argumentos esgrimidos para denunciar la inconstitucionalidad de la ley, dado que el Estado no debería obligar a comprar un producto.
Los republicanos, además, critican el creciente papel público en un sector que, en su opinión, corresponde a la iniciativa privada, así como la inclusión obligatoria de servicios de anticoncepción en las prestaciones de los seguros pagados por los empresarios, algunos de los cuales se niegan alegando objeción de conciencia.
A pesar de esas objeciones, la ley fue avalada por el Supremo . Los estadounidenses están divididos sobre la reforma sanitaria. El 47% la rechaza y el 45% la apoya, según un sondeo de Quinnipiac. Otro estudio de la cadena ABC indica que los ciudadanos desaprueban el papel jugado por los republicanos (63%).
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