La batalla final de Erdogan contra los disidentes del ejército
El gobierno turco cambia a la cúpula militar, horas antes del veredicto del tribunal contra la presunta trama golpista «Ergenekon»
daniel iriarte
La lucha del gobierno turco para colocar a las fuerzas armadas del país bajo su control se aproxima a su posible final. Hoy se celebra la que, si no hay sorpresas, será la última sesión del macrojuicio conocido como «caso Ergenekon», en el que ... cientos de oficiales de medio y alto rango han sido juzgados por pertenecer a la presunta trama golpista de dicho nombre, que habría tratado de derrocar al gobierno islamista de Recep Tayyip Erdogan. Además, durante el fin de semana, el gobierno ha renovado a los comandantes de los cuatro ejércitos, alterando las fórmulas tradicionales de sucesión en el seno del estamento militar .
El Alto Consejo Militar, un encuentro anual entre el presidente y el primer ministro y la cúpula militar, ha tenido una duración inusualmente larga de tres días, y se ha cerrado con algunas sorpresas. Contra lo que se esperaba, el gobierno no ha nombrado al hasta ahora Jefe de la Gendarmería , el General Bekir Kalyoncu, como comandante del Ejército de Tierra, sino que se le ha forzado a retirarse. En su lugar, se ha escogido para el puesto al General Hulusi Akar. Este nombramiento es clave porque el elegido para este cargo normalmente pasa a ser después el Jefe del Estado Mayor de Turquía. Se cree que el gobierno ha decidido prescindir de Kalyoncu después de que su nombre haya sido mencionado por varios imputados en el caso «Ergenekon».
Ejército «golpista»
Por ello, la medida se produce en un contexto de tensión ante el esperado veredicto en este proceso, que durante los últimos cuatro años ha acaparado las portadas de la prensa turca. No era para menos: según la fiscalía, los acusados –en su mayoría militares y miembros de las fuerzas de seguridad, pero también periodistas, profesores de universidad y otros- habrían conspirado para provocar actos desestabilizadores con la intención de justificar un golpe de estado contra el islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan, en el poder desde 2002. Dado el historial golpista del ejército turco (responsable de cuatro asonadas durante el último medio siglo), la acusación no parecía inverosímil.
Y de hecho, en un país que ha sufrido tanto por los golpes de estado, el trabajo del AKP para someter al ejército a las autoridades civiles ha sido valorado de forma muy positiva tanto por representantes de la Unión Europea y diplomáticos internacionales como por los propios turcos. Durante los mítines electorales antes de los comicios de 2011 (en los que Erdogan obtuvo su tercera victoria electoral, y su segunda mayoría absoluta), ABC constató que muchas personas esgrimían este argumento, y el haber creado un clima político que hiciese posible el juicio contra la red Ergenekon, como una de las razones para votar por el AKP.
¿Pruebas falsificadas?
Sin embargo, no han faltado desde el principio quienes aseguraban que en realidad estos juicios han sido orquestados para deshacerse de los enemigos del gobierno. Es el caso de Dani Rodrik, catedrático de Harvard y yerno del general retirado Çetin Dogan, antiguo Comandante del Primer Ejército y uno de los principales acusados en la trama. Rodrik ha apuntado, de forma convincente, que al menos una parte de las pruebas aportadas contra su suegro han sido falsificadas –por ejemplo, los documentos probatorios hacen referencia a empresas y organizaciones que no existían en el momento en que supuestamente ocurrieron los hechos-, lo que arroja sombras sobre la motivación y la credibilidad del proceso , a pesar de lo cual Dogan fue condenado en 2012 a veinte años de prisión.
Otras voces, como la ONG «Open Democracy» («Democracia Abierta»), han puesto el acento en la vulneración de las debidas garantías procesales. «Las evidencias deberían ser protegidas por un tribunal, si bien se puede acceder a casi todas las evidencias relacionadas con la investigación [de Ergenekon] con una simple búsqueda de Google. Los defendidos han sido crucificados por los medios de comunicación antes del juicio. Es obvio que los derechos de los defendidos a un juicio justo han sido violados», asegura el abogado Burhan Gurdogan en la página web de esta organización. Y ha sido notorio durante todo el proceso que gran parte de las presuntas pruebas fueron filtradas al diario «Taraf», abiertamente antimilitar, antes de pasar a formar parte del sumario procesal.
Veredicto «predecible»
«Es más o menos posible predecir cuál va a ser el veredicto», aseguró ayer Metin Feyzioglu, jefe de la Unión de Colegios de Abogados de Turquía, tras una visita al tribunal del distrito de Silivri, donde tendrá lugar la sesión final del juicio. «Si miramos alrededor, incluso la prohibición para impedir que los ciudadanos lleguen a este lugar y la toma de medidas para poner en práctica la prohibición a toda costa, es un signo importante de la decisión que va a tomar el tribunal», indicó.
El gobernador de la provincia de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, considerado un leal a Erdogan, aseguró el viernes que cualquier manifestación en la puerta del tribunal será considerada ilegal , y se actuará en consecuencia. Las movilizaciones de protesta contra el proceso, sin embargo, se mantienen, por lo que es de esperar que hoy se produzcan importantes enfrentamientos entre manifestantes y policía.
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