El recrudecimiento de los combates al este del Congo amenaza con una nueva crisis humanitaria

Los enfrentamientos entre los rebeldes del M23 y el Ejército provocan la huida de 70.000 personas

El recrudecimiento de los combates al este del Congo amenaza con una nueva crisis humanitaria afp

EDUARDO S. MOLANO

A la Medusa congoleña le continúan creciendo serpientes. Los últimos enfrentamientos al Este de la República Democrática del Congo entre las fuerzas rebeldes del M23 y las tropas gubernamentales se han cobrado la vida de al menos 130 personas , según aseguró el portavoz ... del Gobierno, Lambert Mende. De igual modo, cerca de 70.000 refugiados habrían huido ya a la vecina Uganda.

Desde el pasado fin de semana, los combates se vienen recrudeciendo en la localidad de Mutaho, a apenas diez kilómetros de la capital regional de Kivu Norte, Goma, tras amenazar los insurgentes con tomar este enclave estratégico.

La historia, eso sí, se prolonga en el tiempo. A principios de abril de 2012, decenas de ex combatientes del grupo armado rival tutsi Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo abandonaban las fuerzas estatales para generar un nuevo movimiento denominado M23 (en honor a los acuerdos del 23 de marzo de 2009).

Por entonces, los rebeldes reconocían que su huida tan solo era debida a las «inhumanas» condiciones de vida que sufrían en el Ejército (donde habían sido integrados conforme a este tratado de paz), así como al impago de salarios. Precisamente, los rebeldes del CNDP (ahora M23) nunca fueron procesados conforme a un programa de desmovilización, sino por un acuerdo especial que les dio una reintegración directa en el Ejército congoleño, sin apenas control.

«Solo queremos que se respeten los acuerdos de paz . Conforme a éstos, el Gobierno de Kinshasa está obligado a garantizar una amnistía a los presos políticos, la integración de los grupos armados en las fuerzas estatales, proporcionar seguridad a la población tutsi, así como promover el retorno de los refugiados», reconocía entonces a ABC Bertrand Bisimwa , en aquel momento, representante del ala política de los rebeldes congoleños. «Nada se ha cumplido», señalaba Bisimwa.

El asedio de Goma

La venganza fue directa: en noviembre, decenas de guerrilleros se hacían con el control de la ciudad de Goma. No obstante, la nueva situación (de un movimiento de protesta se pasaba a una nueva guerra abierta contra el Gobierno del Congo) fue complicada de digerir para buena parte de los integrantes del M23.

Por ello, a finales de febrero, el mando militar del movimiento rebelde destituía al que, hasta entonces, era su presidente: Jean-Marie Runiga . ¿La principal acusación? Otorgar un espacio político a personas no reconocidas por el M23 y que, influían negativamente en el movimiento, en alusión al líder rebelde Bosco Ntaganda, finalmente entregado .

Aunque, en este círculo vicioso, las cartas parecen retornar de nuevo a su punto de origen. Más de un año después de su gestación, el M23 vuelve a amenazar con tomar la ciudad de Goma. Sus demandas, no obstante, esta vez son más confusas.

El recrudecimiento de los combates al este del Congo amenaza con una nueva crisis humanitaria

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios