Erdogan nombra a un teórico de la conspiración como asesor jefe

Bulut es uno de los más firmes defensores de la teoría del «lobby del interés», esto es, que grandes firmas especuladoras –en las que habría implicados magnates judíos, para más inri- se encuentran detrás de las protestas antigubernamentales de las últimas semanas en Turquía, con el propósito de hundir la economía turca y obtener beneficios financieros.

Esta idea ha sido sostenida por varios altos miembros del gobierno turco en las últimas semanas, incluyendo al propio Erdogan, y al viceprimer ministro Besir Atalay, quien a principios de este mes aseguró que «la diáspora judía» se encuentra detrás de las protestas. La oficina de Atalay negó posteriormente que el ministro hubiese hecho ninguna referencia a la comunidad judía, pero el comentario fue registrada en video por la agencia Cihan durante un mitin en la ciudad de Kirikkale.

«Lufthansa, parte del complot»

Bulut, además, insiste en que uno de los conspiradores es la aerolínea alemana Lufthansa, que, según su razonamiento, estaría tratando de impedir que las autoridades turcas finalizasen la construcción del tercer aeropuerto en Estambul, presuntamente perjudicial para los intereses germanos.

El nombramiento ha causado inquietud en los círculos financieros turcos e internacionales, no solamente porque indica cierta hostilidad hacia el capital extranjero, sino porque siembra dudas sobre el estado mental de Erdogan y su círculo más cercano. «Dado que Bulut cree firmemente en la existencia de un lobby de la tasa de interés, el Banco Central lo va a tener realmente difícil para incrementar esas tasas si quisiera hacerlo», asegura el economista Emre Deliveli en su columna de actualidad financiera.

Lo mismo opina el Financial Times, que ayer publicó un artículo titulado explícitamente: «La mano derecha de Erdogan, teórico de la conspiración: Por qué su nombramiento es importante». En él, el rotativo comenta que «una de las grandes cuestiones planteadas estos días sobre el país es si realmente Erdogan cree las teorías de la conspiración que ha planteado, en las que ha culpado de las masivas protestas a un oscuro ‘lobby de las tasas de interes’, los medios internacionales y los poderes extranjeros».

Momento crítico para la economía

«La posición de Erdogan en estos asuntos no es un asunto menor, como atestiguan los inversores y diplomáticos extranjeros», dice el Financial Times. «La retórica de Erdogan parece haber afectado a los esfuerzos del Banco Central para defender la lira turca», afirma este periódico.

El nombramiento, además, tiene lugar en un momento crítico, en el que el «milagro económico turco» de los últimos años comienza a desvanecerse. Ayer, el Banco Central de Turquía indicó que la inversión extranjera durante los cinco primeros meses de 2013 se ha reducido un 35 % respecto al mismo período del año anterior. Las protestas han tenido lugar después de dicha bajada, por lo que no cabe achacarles este desplome. En este contexto, la retórica conspirativa no hace sino agravar la situación.