«Nuestros estudiantes sienten que Kim Il-sung y Kim Jong- ... il son sus padres, y en este colegio ellos trabajan tan duro como pueden», explica un miembro de este «centro de élite educacional para ser el corazón del ejercito norcoreano»: la escuela revolucionaria de Mangyongdae en Pyonyang.
En el metraje del mismo se puede ver a los chicos desfilar, asistir a clase en donde se ven modernos ordenadores en una clase presidida por dos fotos de los mandatarios máximo.
«Debido a la situación actual, intento estudiar más duro porque realmente pienso que puedo tener mi venganza contra los imperialistas norteamericanos, obteniendo las mejores notas en clase. Es mi deber como revolucionario», señala un alumno muy implicado en las clases, que apunta las asignaturas en las que trabaja con más atención: disparo y táctica.
Un profesor o responsable de la escuela militar señala que los americanos «están comportándose mal con nosotros», así que nuestros estudiantes están preparados para «ir a primera línea (de batalla) en el momento en que la guerra estalle. Ellos se están preparando con más fuerza de la habitual».
Los «niños soldado» de Corea del Norte se preparan con más ahínco que nunca
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