Maduro amenaza con enjuiciar al opositor Capriles por protestar

Sin esperar a que se aclaren las dudas sobre su «pírrico triunfo» con el 50,78% de los sufragios, Maduro fue proclamado presidente en un tiempo récord por el Consejo Nacional Electoral (CNE). En el acto oficial del lunes, convocado catorce horas después de anunciarse los resultados de las elecciones, el presidente «ilegítimo» –como lo llama Capriles, que logró el 48,95%— acusó al líder de la oposición de dar un golpe de Estado por no reconocerlo y convocar protestas.

Maduro no ha mencionado que él mismo solicitó el recuento de los votos para despejar dudas. Pero calificó de golpista a su rival por exigir la auditoría y lo amenazó con llevarlo a los tribunales. El CNE ha rechazado la auditoría solicitada por ambas partes.

El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, fue más duro aún en sus ataques contra Capriles. En  su cuenta de twitter adelantó que pedirán la apertura de una investigación penal contra Capriles «por la violencia generada en el país» y convocó para ayer una sesión parlamentaria. De las amenazas, pasó a los insultos: «Capriles fascista, me encargaré personalmente de que pagues por todo el daño que le estás haciendo a nuestra patria y a nuestro pueblo». Cabello también tronó contra la oposición: «Fascismo puro, asaltaron y destruyeron los CDI (centros médicos populares), persiguen a los médicos, queman viviendas. Tú generaste todo esto Capriles, irresponsable». El gobierno le acusa de la destrucción de varias sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pero sin aportar pruebas.

Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), insistió en que la estrategia de la oposición es «una y clara: protesta pacífica, cívica». «Cualquier acto de violencia merece nuestra condena», subrayó. Capriles ha reclamado a sus seguidores que «no caigan en provocaciones». La fiscal general, Luisa Ortega, cifró en siete muertos y 61 heridos el balance de la violencia postelectoral.

Las cacerolas sonaron ruidosamente el lunes en dos ocasiones: la primera a las cuatro de la tarde contra la proclamación de Maduro. Los activistas de la oposición, con sus sartenes y pitos, también se lanzaron a protestar en las calles de Caracas , principalmente en la Plaza Altamira. La Guardia Nacional los reprimió con gases lacrimógenos y perdigones; muchos resultaron heridos. Las protestas continuaron ayer ante las 23 delegaciones del CNE en el interior del país para exigir el recuento total.

Este miércoles, la oposición tiene previsto una marcha ante la sede del CNE -encabezada por Henrique Capriles- para solicitar por escrito la auditoría de la votación, respaldada por organizaciones internacionales y políticas.