Un diputado brasileño acusado de homofobia dice sentirse acosado por una «dictadura gay»
Marcos Feliciano, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la cámara baja está acusado de racismo y homofobia
El diputado brasileño Marcos Feliciano, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la cámara baja y acusado de racismo y homofobia, afirma que Brasil vive bajo una «dictadura gay» que le «hostiga» y «persigue».
Feliciano, pastor evangélico, fue elegido presidente de la ... Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados en marzo y desde entonces ha sido objeto de protestas en todo el país por su rechazo a la homosexualidad y polémicas declaraciones en las que ha afirmado que la raza negra es «maldita y que así lo dice la Biblia.
En una entrevista publicada este martes por el diario Folha de Sao Paulo y el portal UOL, Feliciano sostuvo que las protestas son organizadas por un movimiento homosexual que se comporta como una «dictadura gay» y «obliga a las personas a pensar como ellos quieren».
El diputado, del Partido Social Cristiano (PSC), reiteró su rechazo a leyes que condenan la discriminación sexual y aseguró que, en su opinión, debería haber también otras frente a los prejuicios contra los «calvos» o personas que no tienen dientes.
Sobre la homosexualidad, insistió en que puede ser «revertida» con ayuda «psicológica» y «espiritual», ya que la considera «un fenómeno de comportamiento».
La entrevista
El parlamentario es presidente y pastor de la Asamblea de Dios Catedral del Avivamiento, vinculada a la Asamblea de Dios, un culto evangélico que tiene en Brasil unos 20 millones de fieles, entre los cuales garantizó que existen «muchas» personas que «dejaron» de ser homosexuales gracias a la ayuda espiritual.
En la entrevista, Feliciano insistió en que sus posiciones no son «homofóbicas» ni racistas y se apoyan en convicciones religiosas, por las cuales es incluso opuesto al matrimonio gay, por cuya aprobación pleitean los colectivos homosexuales.
Según el pastor, en Brasil existe la figura de la «unión civil» entre personas del mismo sexo y no se debe avanzar más allá.
« El casamiento es un problema , pues después del casamiento civil van a querer el casamiento religioso y luego van a pelear, como ya lo hacen, por la adopción de niños» y «todos sabemos, y la sicología lo dice, que un niño criado por dos hombres o dos mujeres tendrá problemas muy serios en su vida», declaró.
Feliciano insistió en que, a pesar de las fuertes presiones por su renuncia a la Comisión de Derechos Humanos, se mantendrá en ese cargo pues fue elegido de forma «legítima» por los miembros de ese grupo parlamentario.
Sin embargo, el presidente de la Cámara baja, Henrique Alves, ha sugerido que renuncie para contener las protestas.
La indignación de los movimientos de derechos humanos ha ido más allá de las fronteras del país y Amnistía Internacional, la semana pasada, consideró «inaceptable» la permanencia de Feliciano en ese cargo.
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