Preocupación por los civiles y refugiados sirios ante el invierno
Varios niños han muerto de frío en los campos de Jordania, según la ONU
daniel iriarte
Ante la llegada del frío invernal, la situación de escasez en el interior de Siria, y de precariedad en los campos de refugiados en los países vecinos, hacen temer por la integridad de los civiles y desplazados, especialmente de los menores de edad. "La llegada ... del invierno es una de las mayores preocupaciones de la población siria.
Faltan combustibles y madera. Es muy caro calentar las casas y muy difícil tener acceso a alimentos a precios razonables", explica a ABC Franz Luef, coordinador de Médicos Sin Fronteras en Siria. "El problema no solo es el frío, sino también la lluvia. Aquí el invierno es muy húmedo y esto es una combinación devastadora, porque además la población no tiene acceso al sistema de salud. Hay gente en tiendas y refugios en mal estado. No tienen medios para calentar sus viviendas", indica el coordinador de esta organización, que mantiene varios hospitales de campaña en el norte del país.
Preocupa, sobre todo, la situación de los niños. En los campamentos de Irak, por ejemplo, "solo disponen de camisetas de manga corta y sandalias, pero no de ropa de abrigo”, y en el Líbano, “duermen sobre los suelos de cemento de escuelas abandonadas”, denuncia la ONG Save The Children. “En el campamento de Al Qaem, en Irak, los niños cuentan que llevan varias semanas sin ducharse porque el agua está helada”, cuenta Mike Penrose, director humanitario de esta organización. Y responsables del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados
(ACNUR) confirman que al menos dos niños han muerto ya de frío en el campo de Al Zaatari, en Jordania.
El propio ACNUR, uno de cuyos equipos acaba de regresar de Homs, ha denunciado la “situación desesperada” en la que se encuentran los civiles en esta ciudad. Según este organismo, miles de desplazados viven en refugios comunitarios sin calefacción, carentes de medicamentos, ropa de abrigo o incluso zapatos para los niños. "Muchos niños no van a la escuela desde hace un año y medio. Algunos hospitales de la ciudad se han convertido en refugios comunales y el sesenta por ciento de los médicos de Homs se ha ido, al igual que otros profesionales de la sanidad. Además, hay una grave escasez de medicamentos y de equipos médicos", aseguró ayer Melissa Fleming, portavoz de la organización.
El ACNUR publicó ayer las últimas cifras sobre los refugiados registrados por el organismo: 137.998 en Jordania, 133.349 en el Líbano, 123.747 en Turquía, 60.307 en Irak y 9.734 en el norte de África. A esto hay sumar aquellos que han huído a otro país pero no constan en ningún registro oficial: unos ciento cincuenta mil en Egipto, alrededor de cien mil en Jordania, entre sesenta y setenta mil en Turquía y, según la estimación del ACNUR, decenas de miles en el Líbano. “A medida que el conflicto continúe y que los sirios que se han refugiado en los países vecinos empiecen a agotar su dinero y sus recursos, habrá más gente que se registre para pedir ayuda", aseguró Fleming.
Un alto funcionario turco confirmó ayer estas cifras con ABC, si bien estimó el número de sirios no registrados en Turquía en algo menor, entre cuarenta y sesenta mil. Añadió que otros 25.000 permanecen desplazados al otro lado de la frontera, sin llegar a cruzar a territorio turco.
Preguntado por la oferta realizada por el gobierno español durante la visita del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogán, a nuestro país, de enviar un hospital de campaña a la frontera turca, este funcionario respondió que la oferta “está siendo considerada”. “Ahora mismo Turquía está aceptando solamente dinero, tiendas, mantas, y material de alojamiento y de enseñanza. Por ahora no necesitamos medicinas, comida o ropa, Turquía puede proveerlo”, aseguró. “Pero un hospital de campaña, con personal militar, da una perspectiva diferente”, indicó, añadiendo que se dará una respuesta “cuando terminen las discusiones”.
Erdogán aseguró ayer que Turquía “mantendrá la puerta abierta a los sirios”, en el marco del Foro de Cooperación Turco-Árabe, que ha tenido lugar este fin de semana en Estambul. El pasado viernes, el gobierno turco anunció que otorgará un permiso de residencia de un año a todos aquellos sirios que lleguen legalmente a Turquía, es decir, aquellos que porten un pasaporte vigente y entren a través de uno de los pasos fronterizos o aeropuertos internacionales.
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