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ABC Cultural

La tortura al general más avaro de Roma tras liderar la mayor derrota de las legiones

Las crónicas cuentan que los partos arrojaron oro fundido en la boca del triunviro Marco Licinio Craso tras la batalla de Carras

Apocalipsis de imperios: lo que debemos aprender de la destrucción de Cartago y Tenochtitlán

Busto de Craso exhibido en el Museo del Louvre ABC
Manuel P. Villatoro

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Por el vil metal vivió, y por el vil metal murió en el 53 a. C.. Narran las crónicas que, cuando los partos capturaron a Marco Licinio Craso, triunviro de la Roma republicana y general al frente de siete legiones, dejaron a un lado ... la piedad. Sabedores de que era uno de los líderes más avariciosos de la Ciudad Eterna, le torturaron arrojándole oro fundido en la boca. El mismo castigo, por cierto, que utilizaban en el Nuevo Mundo contra los conquistadores peninsulares. «Cuando los capturaban vivos, y especialmente a los capitanes, les ataban los pies y las manos, los tendían en el suelo y les echaban oro fundido en la boca», escribió el cronista Girolamo Benzoni en el siglo XVI.

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