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ABC Cultural

Rinocerontes y osos polares: el largo camino de las fieras más extravagantes hacia el Coliseo de Roma

La cacería la llevaban a cabo nativos y legionarios en las regiones más exóticas del Imperio y, desde allí, transportaban a los animales con extrema cautela hasta los rediles del Viejo Continente

Gladiator II: el cruel asesinato de Caracalla, el despiadado emperador «al que todos odiaban»

JM NIETO
Manuel P. Villatoro

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Que rujan las fieras y combatan bravas por la corona de la estepa, y que lo hagan para jolgorio de grandes y pequeños en el centro del orbe civilizado. «Un toro estimulado con fuego iba por toda la arena lanzando los peleles hasta las estrellas. ... Sucumbió al fin, no pudiendo resistir a otro cuerno más potente, por creer así de fácil quitar de en medio a un elefante». Marco Valerio Marcial, cronista y poeta de la Ciudad Eterna, dejó constancia en sus epigramas de las batallas más espectaculares entre fieras que se organizaron para celebrar la inauguración del Coliseo de Roma en el 80 d. C. E hizo lo propio con las cacerías –'venationes'– que enfrentaban a hombres y bestias exóticas en aquellos cuadriláteros hoy de actualidad gracias a 'Gladiator II'.

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