La carga de Taxdirt: la gesta suicida de un puñado de jinetes españoles contra un colosal ejército rifeño
En 1909, José Cavalcanti protegió, a costa de sus hombres, la retirada del batallón de Tarifa
Cavalcanti, el héroe español que humilló a 1.500 rifeños con 65 jinetes para evitar una gigantesca masacre
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUn héroe olvidado. José Cavalcanti de Alburquerque nació en 1871 en Cuba. Deseoso de servir a su país, ingresó en la Academia General Militar cuando contaba 17 años. La vida la destinó a la caballería, y allí fue donde logró ascender hasta teniente coronel. ... Su valía hizo que fuera enviado a África donde, en septiembre de 1909, dirigió dos escuadrones de jinetes encuadrados dentro de una brigada con órdenes de tomar varias posiciones rifeñas en Taxdirt, cerca de Melilla. Y fue allí cuando, un día 20, este militar fue atacado por un gigantesco contingente de rifeños en un día imposible de olvidar.
El combate empezó a las ocho de la mañana, cuando la segunda brigada recibió fuego cerca de Taxdirt. El infierno lo desataron los rifeños desde un monte cercano, el de Tamsuyt, y la respuesta fue tajante: se bombardeó la zona y, cuando el último proyectil cayó, uno de los batallones del contingente cargó a bayoneta contra los enemigos. Expulsados los rifeños, hasta la colina avanzaron una batería de cañones y el batallón de Tarifa con el objetivo de que los harqueños no retomasen aquella ventajosa posición.
Hablan los expertos: ¿quién fue el soldado más condecorado de las legiones romanas?
Manuel P. VillatoroSe ha extendido que Spurius Ligustinus fue el combatiente que recibió un mayor número de condecoraciones; un error, ya que, según las crónicas, otros tantos compañeros le superaron
A partir de ese momento comenzó un tiroteo en el que estas dos unidades no pararon de disparar ni un minuto para defenderse de los 1.500 enemigos que les cercaban. Las siguientes cuatro horas se desarrollaron entre sangre y una gran cantidad de bajas. Eso provocó que, poco después del medio día, se ordenara a las dos unidades presentes en el montículo retirarse y ser relevadas.
La teoría era impecable, pero fue llevada a la práctica de forma pésima. Cuando los rifeños observaron que se estaba produciendo el relevo, se lanzaron contra los españoles. Lo consiguieron y aislaron al Tarifa, que quedó expuesto al fuego. Desesperado, el general ordenó a Cavalcanti defender la retirada de ese batallón. La respuesta fue hacer aquello para lo que sus jinetes habían sido entrenados: combatir cuerpo a cuerpo.
Así pues, tanto él como sus 65 valientes del Regimiento de Cazadores de Caballería Alfonso XII se lanzaron en una heroica carga contra el enemigo. En sus mentes, España y sus compañeros; en sus manos, los sables hambrientos de sangre. El ataque debió llevar todo el empuje de la Península, pues hizo cundir el pánico entre los harqueños, que retrocedieron.
Tras el primer choque, Cavalcanti ordenó en dos ocasiones a sus jinetes retirarse hasta un cañaveral cercano para reagruparse y volver a atacar. La segunda carga la hizo con apenas 40 caballeros. La tercera, con una veintena. Al final, el teniente coronel contó 25 bajas. Una sangría para una unidad de menos de 70.
Pero todos ellos fueron héroes, pues no solo lograron que sus compañeros se salvaran, sino que hicieron huir a aquel gigantesco contingente y sirvieron la victoria en bandeja a la infantería. Aquella actuación le valió a Cavalcanti, que acabó herido de gravedad, la preciada Cruz Laureada de San Fernando, además de un ascenso.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete