Dos días y 33.000 ucranianos ejecutados: la historia tras el mausoleo dañado en el ataque a la torre de Kiev
El bombardeo de Rusia este martes contra las instalaciones de la televisión de Ucrania afectó al monumento dedicado a la matanza de 1941 con la que Hitler dio el pistoletazo de salida al Holocausto nazi
Israel Viana
«Le digo al mundo: ¿qué sentido tiene decir ‘nunca más’ durante 80 años, si el mundo permanece callado cuando las bombas caen sobre Babi Yar ? La historia se repite…», ha escrito en su perfil de Twitter el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski , ... tras el bombardeo este martes sobre la mítica torre de televisión de Kiev , de 385 metros de altura, encargada de distribuir señales principales de radio y televisión. En el ataque, Rusia ha acabado con la vida de cinco trabajadores y herido a otros cinco.
Con la imagen de la infraestructura todavía envuelta en humo, que pudo ser vista desde prácticamente toda la ciudad, el presidente ruso se refería también al mausoleo adyacente ubicado en el barranco de Babi Yar. Hablamos del mayor memorial de Ucrania en recuerdo a las víctimas del Holocausto nazi durante la Segunda Guerra Mundial, que también se ha visto afectado. En las últimas horas, varios testigos compartieron en las redes sociales videos de la torre ardiendo junto al lugar donde, hace ochenta años, la Alemania nazi ejecutó a más de 33.000 ucranianos en tan solo dos días.
La matanza de Babi Yar fue perpetrada el 29 y el 20 de septiembre de 1941 y es considerada hoy por muchos historiadores como el episodio con el que Hitler dio el pistoletazo de salida al Holocausto nazi que acabó con la vida de seis millones de personas, según la cifra más aceptada. Es el primer episodio de un balance desolador que el Holocausto Memorial Museum de Washington llevó aún más allá, hace dos años, a través del informe «Enciclopedia de Campos y Guetos»: el resultado fue un mapa de 42.500 campos de concentración, guetos y factorías de trabajos forzados que provocaron entre 15 y 20 millones de muertos o internados.
«¿Cómo es que todavía estás viva?»
«El 28 de septiembre, los nazis dijeron a todos los judíos de Kiev que vinieran al barranco de Babi Yar con sus documentos y pertenencias. Se rumoreaba que los enviarían a trabajar a Alemania. Mi abuela comenzó a empacar, pero mi abuelo le dijo: ‘Quédate en casa con nuestro hijo. Mi hermano y yo iremos a ver qué pasa’. Ambos fueron con su madre y nunca regresaron», contaba Polina Dudchenko, a EFE, en septiembre del año pasado. Esta doctora de Kiev recordaba que, en los días posteriores, su abuela se encontró con un conocido que se sorprendió al verla: «¿Cómo es que todavía estás viva y no estás en Babi Yar?». Después se pasó mucho tiempo escondiéndose y ocultando sus raíces judías.
«Necesitamos recordar lo que pasó, porque si no lo hacemos, estas atrocidades pueden repetirse», añadía Dudchenko. Lo ocurrido fue tan sobrecogedor que el famoso compositor ruso Dmitri Shostakóvich le dedicó su sinfonía número 13, a la que bautizó precisamente como ‘Babi Yar’. Asimismo, Vasili Grossman y Iliá Ehrenburg comenzaron su ‘Libro Negro’ con este mismo trágico suceso que tuvo lugar tras la llegada de las tropas de Hitler a Kiev diez días antes.
La invasión formaba parte de la famosa ‘Operación Barbarroja’ con la que el dictador alemán buscaba invadir la Unión Soviética. El día 28, los nazis distribuyeron folletos por toda la capital ucraniana con el siguiente mensaje para la población: «Todos los judíos residentes en Kiev y sus alrededores deben presentarse mañana lunes a las ocho de la mañana en la esquina de las calles Melnikovsky y Dokhturov. Deben portar sus documentos, dinero, objetos de valor y ropa de abrigo. Cualquier judío que no cumpla con estas instrucciones y sea encontrado en algún otro lugar será fusilado. Cualquier civil que entre en las propiedades evacuadas por los judíos y robe sus pertenencias será fusilado».
Ejecuciones con música
Las ejecuciones comenzaron al día siguiente y se produjeron a una velocidad de vértigo. Según iban llegando los ucranianos, los guardias les conducían hasta el punto exacto donde iban a ser ejecutados. Antes, les ordenaban desnudarse para confiscarles la ropa y comprobar que no llevaban dinero ni otros objetos valiosos. Una vez en el borde del barranco, con la música a todo volumen y un avión sobrevolando para disimular los gritos, les mataban con un tiro en la cabeza.
Grossman escribió en su libro que Babi Yar fue la puesta de largo del genocidio a través de las balas, el cual se amplió más tarde al uso del gas. En este sentido fueron claves los 3.000 hombres de la Einsatzgruppen, un conjunto de escuadrones de ejecución itinerantes formados por miembros de las SS. Dentro de esta organización había otros grupos más pequeños que se encargaban de diferentes tareas. Por ejemplo, los que tenían que concentrar a la población que había que ejecutar y los que después fusilaban a destajo. Muchos de estos últimos cumplían con su deber borrachos.
En tan solo 48 horas, los soldados germanos acabaron con la vida de 33.771 judíos que, hasta el último momento, conservaban la esperanza de que simplemente iban a deportar. La víctima más joven que pudo identificar el Centro Ucraniano de Conmemoración de Babi Yar fue un bebé de apenas dos días. En su libro 'Un documento en forma de novela', publicado en 1966, Anatoly Kuznetsov recuerda el testimonio de una mujer judía que pudo escapar: «Miró hacia abajo y sintió un mareo. Tenía la sensación de estar muy alto. Bajo ella había un mar de cuerpos cubiertos de sangre».
Durante décadas, Moscú esquivó la dimensión antisemita de aquella tragedia a la que el actual presidente Zelenski se refirió también hace no mucho en Ucrania: «Babi Yar. Dos palabras cortas que suenan como dos disparos, pero traen extensos y horribles recuerdos a varias generaciones. Porque ellas saben y recuerdan que en Babi Yar sonaron no dos disparos, sino cientos, miles, decenas de miles [...]. Habrá quien escuche estas dos palabras aterradoras y estos números espantosos por primera vez».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete