Una estrella sin luz
El ciclista que más divierte al público ha sucumbido al pozo de la tristeza. Chava Jiménez está enfermo. Tiene depresión. Acostumbrado a vivir en la montaña rusa del todo o nada, en la espiral competitiva del cara o cruz, el escalador abulense se ha declarado en standby. No se entrena, no sale de su casa, no quiere ver a sus amigos. Las gestas en las cumbres han pasado al olvido de su cerebro, un mecanismo que ahora intenta reordenar a sus 31 años para volver a ser quien fue.
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