Régimen de terror en Corea del Norte
En Corea del Norte se está incrementando la persecución religiosa a unos niveles tan altos como en la Roma antigua. De la misma manera que los romanos, durante los primeros siglos de nuestra era, arrojaban a los cristianos a los leones por una simple diversión deportiva, se constata que los líderes norcoreanos prefieren juicios sumarios seguidos de un pelotón de fusilamiento o simplemente aplastarles las cabezas a los líderes de las Iglesias clandestinas con el rodillo de una apisonadora.
Solamente hay tres iglesias «legales» en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, pero principalmente sirven para dar la ilusión de una libertad de culto que en verdad no existe. Son visitadas mayormente por extranjeros y algunos ancianos. En todos los demás lugares, el Gobierno norcoreano se dedica a una completa supresión de la vida religiosa.
Corea del Norte ha creado un reino de terror para aplastar cualquier creencia con el temor que pueda desafiar la endiosada autoridad del líder Kim Jong II. La mera posesión de una Biblia puede llevar a la pena de muerte.
Jesús García González. Sevilla.
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