Espinacas con anchoas y huevo cocido sobre patatas confitadas

Pela las patatas y córtalas en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor y sálalas. Fríelas a fuego suave en una sartén un abundante aceite de oliva. Cuando estén blanditas, sube el fuego para que queden crujientes en su exterior.Limpia los manojos de espinacas, corta las hojas en trozos grandes y retira los tallos.A continuación, pon una sartén a calentar, añade el aceite de oliva y el ajo bien picadito. Cuando éste comience a tomar color, incorpora las espinacas. Salteamos rápidamente.Para montar el plato, ayúdate de un cortapastas (molde en forma de aro). En la base, coloca una cama de rodajas de patata. Sobre éstas, las espinacas, y para terminar, un cuarto de huevo cocido y una lomo de anchoa en salazón.Decorar con unas hojita de perejil.

Para reducir el tiempo de elaboración de esta receta podemos utilizar espinacas congeladas, de esta forma sólo habrá que cocerlas sin necesidad de lavarlas.

Las espinacas son una muy buena fuente de vitaminas y minerales, entre los que destacan el calcio y el magnesio. Además de estos nutrientes, las espinacas también contienen una importante cantidad de sustancias de acción antioxidante, las cuales van a ejercer un efecto muy beneficioso sobre nuestra salud.Por su parte, las anchoas, pertenecientes a la familia de los pescados azules, enriquecen el plato con proteínas y ácidos grasos omega 3, grandes aliados de la salud cardiovascular. Deben consumirse con moderación en caso de tener la tensión arterial elevada.El huevo duro va a aportar una buena cantidad de proteínas de gran valor biológico. De hecho, las proteínas del huevo se consideran las más completas, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales.En cuanto a la patata, enriquecerán el plato con hidratos de carbono complejos en forma de almidón.