Ensalada de mejillones con mousse de ventresca de bonito

Lo primero que haremos será limpiar los mejillones, es decir, les quitaremos las "barbas" y las incrustaciones de las conchas. Ahora colócalos en una cazuela con un chorrito de agua, pon la tapadera y lleva al fuego. Una vez se hayan abierto todos los mejillones, retíralos del fuego, saca la carne y reserva.La mousse de ventresca: Escurre bien la ventresca y mézclala con la mayonesa hasta conseguir una pasta homogénea. Monta la nata a punto de nieve e incorpórasela a la mezcla anterior. Reserva en el frigorífico.Para emplatar la ensalada nos ayudaremos de un timbal. Coloca una base de mousse de ventresca, y sobre ésta, los mejillones y las lechugas previamente lavadas.Aliña la ensalada con una vinagreta preparada con aceite de oliva, vinagre y jamón ibérico picado.Decora con cebollino picado y unas hojas de cilantro.

A la hora de incorporar la nata montada a la mezcla de ventresca y mayonesa deberemos hacerlo con mucha suavidad, aplicando movimientos envolventes para que la mousse no pierda aire.

El bonito que hemos usado para elaborar la mousse pertenece a la familia de los pescados azules, y como tal, destaca por su elevado contenido en ácidos grasos omega-3, los cuales nos protegen frente a las enfermedades circulatorias.En cuanto a los mejillones, son muy ricos en proteínas de alto valor biológico, así como en hierro, por lo que su consumo está especialmente indicado en caso de padecer anemia. Además, contienen muy pocas calorías, lo cual hace que puedan incluirse perfectamente en dietas de control de peso.Pero debemos tener en cuenta también la presencia de nata en esta receta, que es rica en grasa y va a elevar el contenido calórico de la ensalada.