Croquetas de salmón

Calienta la leche en un cazo y, una vez ésta rompa a hervir, retiramos y reservamos.Funde la mantequilla en una cazuela y añádele la harina. Remueve bien hasta conseguir una pasta sin grumos (a esto se le llama "roux"). Entonces, incorpora a esta pasta la mitad de la leche caliente.  Remueve hasta que la leche sea absorbida en su totalidad. Ahora ve añadiendo el resto de la leche poco a poco y siempre sin parar de remover.Incorpora el salmón cortado en daditos, pon la masa a punto de sal y extiéndela en una bandeja previamente engrasada con aceite de oliva. Deja reposar en frío.Cuando la masa se haya enfriado, forma las croquetas con las manos, pásalas por harina, huevo batido y pan rallado (en ese mismo orden).Ya sólo nos queda freír las croquetas en abundante aceite caliente. Una vez doradas, escúrrelas y deposítalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Una vez hayas extendido la masa en la bandeja, tápala con film transparente para que no se forme costra.

El salmón es un pescado azul muy rico en ácidos grasos. Estos ácidos grasos, popularmente conocidos como omega 3, nos van a ayudar a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. El salmón es además muy rico en proteínas de alto valor biológico y en minerales, como el hierro.La mantequilla y la leche de la bechamel aportan calcio y grasas saturadas, que van a elevar el contenido calórico de la receta. Por ello, conviene acompañar estas croquetas con verduras o una ensalada.