Un sitio con personalidad
En el centro de la Carlota se encuentra el restaurante Doña Enriqueta, una inusual combinación de cuidado estético, diversidad de espacios y amplísima carta para contentar prácticamente a cualquier tipo de público y de todas las edades. El lugar abrió en marzo de ... 2021, cumple por tanto un año en menos de un mes, y su andadura ha contado con una gran aceptación, ya que, como indica su encargado, Jacinto Aguilera, la hostelería en el pueblo llevaba un tiempo estancada y el establecimiento supone algo diferente. Aguilera detalla además que Doña Enriqueta no se refiere a nadie real, sino que fue una idea de nombre asociado además a un diseño de imagen y local que por cierto es obra de Santiago Madueño, propietario en la capital del bar Distrito y conocido experto en cócteles que además tiene esta otra faceta menos conocida como decorador.
Doña Enriqueta pertenece a la misma empresa que el cáterin El Palacio, y de hecho ha contado con algunos eventos, aunque no es su función principal, sino sus funciones de bar y restaurante. De la gastronomía se ocupa el cocinero Paco Albalat, responsable principal de una carta que califica como de estilo Mediterráneo. El producto trabajado es de calidad y de la tierra, sobre todo de Andalucía. Los platos tradicionales se complementan con otros más modernos, y todos ellos con presentaciones cuidadas.
Como platos representativos, Albalat destaca los arroces, el salmón y las carnes a la brasa, tanto de cerdo como de ternera. Pero como decimos, y hay que insistir, la carta cuenta con multitud de referencias y secciones, y frente a los platos más clásicos están los tartares, tatakis, gyozas o noodles , además de las sugerencias, de las que hay tres a la semana, que tratas de salirse de las recetas de siempre.
Y así los cartuchos de fritos, el flamenquín, las berenjenas o alcachofas conviven con el pan bao relleno de american pulled pork y salsa hoisin, milhojas de manzana foie y rulo de cabra o, bacalao con tres texturas o pizzas gourmet.
Las carnes cuentan con dos secciones, unas de carbón de encina y otra para las especiales y maduras, por lo que el lugar está especialmente indicado para los que gustan de solomillos, entrecot y chuletones
El lugar cuenta con sala amplia, otra más pequeña para unas 50 personas, amplia terraza y, cuando hay alguna celebración, un local anexo indicado para bodas, bautizos o comuniones.
Si la combinación de estilos gastronómicos ya es llamativa, igualmente sucede cuando entra en escena la comentada estética, nada tradicional y que remite a motivos, por llamarlos así, tropicales, selváticos y exóticos, acompañado el conjunto de colores vivos, lo que hacen del lugar un sitio diferente, mucho más en una localidad de menos de 15.000 habitantes.
Larga vida pues a esta Doña Enriqueta.
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