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LA ESPUMA DE LOS DÍAS

Tamara Falcó se convierte en teleserie

Tamara Falcó en el cartel promocional de la serie NETFLIX
Ángel Antonio Herrera

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Lunes

Escribía Umbral que el académico es un señor que se convierte en sillón. Hoy añadimos que la famosa es una mujer que se convierte en teleserie. He ahí la gran consagración, el autoculebrón. La última, Tamara Falcó. A mí me tiene dicho Isabel Preysler ... que Tamara pudiera ser su sucesora, pero a mí es que me cuesta creerlo. Habrá que acudir a la serie, a ver. Lo que sí tiene Tamara es que es Tamara. Me ha pasado siempre con ella lo mismo que con Francisco Rivera, ex Paquirrín, y perdónenme ustedes la comparación, porque Tamara está entre mona y monísima: la noticia es que hablan. Lo que digan ya importa menos, eso es verdad. Entre otras cosas, porque lo que dicen no se acaba de entender del todo, siempre entre el gruñido o el gemido y el un latiguillo de boquita pintada o corazoncito loco, tipo «o sea, tía, o sea». Me gusta ver cómo habla Tamara, porque así compruebo que no es extranjera, aunque tampoco hable español en rigor, porque lo suyo viene a ser un cruce de bobada, chicle sin azúcar y palabrita de farde en francés, o inglés. Hubo un tiempo, ya casi remoto, en que daba alguna entrevista, donde contaba de su familia y de sus proyectos profesionales, que pasaban por diseñar trapos. O sea, que gustaba del corte y confección en general, zona cara artesanía. Estas finas chicas de portada van mucho al barrio de Salamanca, o a las orillas del Sena, a por harapos de oro, y acaban de modistillas pijas que ponen más la estampa que el trabajo. A mí me gusta mucho Tamara, y no sé si la serie biográfica incluirá una frase inolvidable, que un día nos dejó, por error alegre, que es como resultan memorables estas intelectuales orgánicas. Le preguntaban a la chavala el título del último libro que ha leído y respondió con la risa de spot puesta: «No me acuerdo, porque el libro aún no lo he abierto». Ahí sí la entendimos. Porque estas cosas no se escuchan todos los días. Ni se escuchan ni se olvidan. Deseando estoy de verle la elocuencia en su teleserie.

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