Anthony Hopkins: el día que decidió dejar el alcohol y la herida que nunca cerró con su hija Abigail

A sus 87 años, el legendario actor británico abre su corazón en sus memorias 'We Did OK, Kid', donde revive la noche en la que tocó fondo y habla con serenidad de la distancia irreparable con su única hija

Tom Holland se sincera sobre su relación con el alcohol: «Bebía lo suficiente como para arruinarme el día»

GTRES

Anthony Hopkins (87 años) ha decidido mirar atrás sin miedo. El dos veces ganador del Oscar acaba de abrir su corazón en sus memorias, 'We Did OK, Kid: A Memoir', que verá la luz el próximo 4 de noviembre y en las que el ... actor británico se atreve a repasar sus luces y sombras con una honestidad desarmante. En sus páginas, Hopkins no solo recuerda los papeles que marcaron su carrera, sino también los demonios que casi lo destruyen: el alcoholismo, la soledad y la fractura con su única hija, Abigail.

Durante la promoción del libro, el protagonista de 'El silencio de los corderos' concedió una entrevista al pódcast 'The Interview', del New York Times, en la que revivió el momento exacto en el que su vida cambió para siempre. «Estaba borracho y conduciendo mi coche en California, sin saber a dónde iba», rememoró. «Me di cuenta de que pude haber matado a alguien, o matarme a mí mismo, lo cual en aquel momento me daba igual. Ahí me di cuenta de que era alcohólico».

Aquella noche de diciembre de 1975 marcó un antes y un después. «Eran las 11 en punto, miré mi reloj y escuché una voz, muy profunda, que me dijo: 'Se acabó. Ahora puedes empezar a vivir'», confesó. Al día siguiente despertó en una habitación de hotel sin recordar cómo había llegado allí. En ese momento entendió que necesitaba ayuda. «Le dije a un exagente mío en una fiesta en Beverly Hills: 'Necesito ayuda'. Y eso fue todo», contó. Desde entonces, nunca volvió a beber. «El ansia desapareció. No tengo teorías, salvo que fue algo divino o una fuerza interior que todos poseemos».

Hopkins, que lleva casi medio siglo sobrio, explica que su adicción fue su manera de esconder un profundo vacío. «Bebía para anular esa sensación de no encajar. En aquellos días, los actores como Peter O'Toole o Richard Burton pensábamos que emborracharnos era parte del oficio. Lo veíamos romántico, pero sabíamos que nos estaba matando».

Su historia con el alcohol se entrelaza directamente con otro de los capítulos más duros de su vida: la relación inexistente con su hija Abigail, fruto de su primer matrimonio con la actriz Petronella Barker. «Nuestras personalidades opuestas y mi alcoholismo condenaron la relación desde el principio. Mi depresión era ilimitada; el alcohol era mi chupete», confiesa.

Aquel matrimonio, que él mismo describe como «los dos peores años» de su vida, se rompió en 1972, cuando Abigail era apenas una bebé. Desde entonces, padre e hija apenas se han visto. En una entrevista con 'Entertainment Weekly', Hopkins se refirió con franqueza al tema: «No tengo ninguna relación con ella. Lo acepto. No me afecta. No me molesta. No me importa». Palabras duras, pero dichas desde la serenidad.

Según relató el actor, su actual esposa, Stella Arroyave, intentó tender un puente enviando una invitación a Abigail para que los visitara, sin obtener respuesta. «Mi esposa le envió una invitación para que viniera a vernos. Ni una palabra. Así que pensé: está bien. Le deseo lo mejor, pero no voy a desperdiciar mi sangre por eso. Si quieres desperdiciar tu vida guardando rencor, adelante».

En sus memorias, Hopkins admite que la falta de perdón de su hija sigue siendo una fuente profunda de dolor, aunque dice haber aprendido a vivir con ello. «Abigail nunca pareció poder perdonarme por haber abandonado a la familia cuando era una bebé. Tenía sus razones. No puedo culparla. Así es la vida».

El título del libro, 'We Did OK, Kid', tiene un significado profundamente simbólico. «Hay una fotografía de mi padre y de mí en la playa, cuando era niño. A veces miro esa foto y le digo a ese chico: 'Lo hicimos bien, chaval'. De ahí viene el título», explicó Hopkins en un comunicado emitido por 'Summit Books'.

Con casi cinco décadas de sobriedad, un matrimonio estable con Stella y una carrera que sigue en lo más alto, Hopkins parece haber alcanzado un equilibrio vital. En 2021 ganó su segundo Oscar por 'El Padre', convirtiéndose en el actor de mayor edad en lograrlo. Y aunque sus heridas familiares nunca se cierren del todo, el intérprete se aferra a una máxima que lo guía desde hace años: «Guardar rencor es la muerte. No quiero vivir así».

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios