Ana Obregón vs Alessandro Lequio: un agrio combate entre pesos pesados

Ana Obregón regresa hoy a los platós de '¡De Viernes!' en lo que se prevé como una nueva descarga de reproches e improperios hacia su ex. Una más dentro de una larga serie de descalificaciones que se ha recrudecido en los últimos tiempos.

Qué lejos queda ahora ese años 1987, cuando Ana García Obregón rodaba en Roma una película para televisión llamada «Sound» en la que compartía cartel con el mismísimo Peter Fonda, protagonista de la mítica «Easy Rider». Una noche, tras el rodaje, la bióloga se fue a cenar junto al actor de Hollywood y su hermana, la también famosísima Jane Fonda, de visita en la ciudad, al conocido restaurante Nino's.

De repente, una imponente señora italiana interrumpió la conversación para saludar al grupo. Era Antonia Dell'Atte, quien cenaba en una mesa cercana. Su discreto acompañante se quedó en su sitio y no participó del 'momento fan'. Se trataba del conde italiano Alessandro Lequio. A aquella velada siguió unas visitas furtivas y el comienzo de la historia entre ambos. Así conoció Ana Obregón al padre de su único hijo.

Todo ha cambiado entre ambos. Si hasta hace relativamente poco parecía imperar una especie de pacto de no agresión, la situación parece ahora de no retorno. El comienzo de año fue el inicio de las hostilidades. Hacía tiempo que las informaciones en torno a la relación entre ambos apuntaban a una suerte de tensión y tirantez. Él se protegía en el silencio tras el fallecimiento de Álex mientras ella exponía abiertamente de su inmenso dolor.

Ana Obregón aseguró que había depositado más de 40.000 euros -y que también subastó un bolso de Chanel de su madre para lograr fondos- para la Fundación de su hijo y aclaró que se iba a quedar el importe de algunas de las exclusivas porque «tiene una boca que alimentar», y «ha dejado de trabajar» para dedicarse exclusivamente a la niña que entró en el hogar. Poco menos que acusaba a Lequio de pasar de todo.

La no asistencia de Alessandro al bautizo de Ana Sandra fue entendida por la bióloga como «un desprecio hacia Álex». Y añadió: «Cada persona es como es». El conde no dudó en defender el derecho de Ana a hacer «todas las exclusivas que quiera», pero dejó patente que «todo el mundo sabía que él no iba a estar en el bautizo».

Pero Ana Obregón continuó con sus directos a la mandíbula y Lequio estalló: «Lo que más me duele es que se esté ensuciando la memoria de mi hijo y la única responsable de esto es Ana Obregón (…) Esta no es una historia de la Fundación, esta es una historia de Ana Obregón. Ella adquirió el compromiso, que no obligación, de donar sus exclusivas a la Fundación Aless Lequio. A mí lo que me molesta y duele es que se está ensuciando el legado de mi hijo, que es un legado inmaculado y con unas cuentas muy claras. Las cuentas de la fundación están clarísimas, pero las de Ana solo ella sabe cómo están».

En todo este tipo, Ana Obregón no ha parado y hoy regresa a los platós de «¡De Viernes!» para volver a la carga con todo. De hecho, ya se conocen avances de lo que dirá. Por ejemplo: «'Cada persona gestiona las cosas emocionalmente de una manera y Alessandro estuvo ahí, vino a vernos a mi hijo y a mí a Nueva York, pero me hubiera gustado que viniera más. Yo entiendo que él tiene un trabajo, que tiene una familia…». Y más: «Alessandro le ha dado a Aless todo el cariño que necesitaba como padre, pero no me ayudó económicamente».

Lequio ha rechazado (de momento) contestar a estas declaraciones a la espera de ver todo el contenido de la entrevista. La bola de nieve se hace más y más grande sin que nadie lo frene.