Carlos Baute y Chenoa cantan a dúo al desamor

La canción habla de desamor y de infidelidad pero con buena onda, como así le gusta al venezolano. Aunque algo donjuán de joven, siempre ha sido de relaciones duraderas: «A los 19 años estuve con una chica seis años, después estuve tres con otra, nueve y once con mi actual mujer. Me encanta estar en pareja y una de las cosas que aprendí de mi padre, es que cuando la tienes, soy el hombre más fiel del planeta».

En la adolescencia sí que rompió algún que otro corazón, al igual que sufrió el suyo, pero todo cambió con la llegada de su esposa a su vida: «Desde que me casé, soy un hombre entregado a mi casa y a mi familia, les amo y doy todo por ellos», asegura Baute. El respeto y la aceptación es el secreto de un matrimonio que sigue tan enamorado como aquel día en el que se dieron el «sí, quiero» en el año 2011 y que, como dice Baute, ha superado una pandemia. «Que hayamos sobrevivido a la pandemia, al estar 24 horas al día juntos, significa que vamos a estar mucho tiempo juntos». Le debe mucho. Ha sido su apoyo durante la reconciliación con su hijo José Daniel Arellán , quien nació de una relación adolescente que mantuvo cuando apenas tenía 15 años. No supo de su existencia hasta hace doce años y, aunque lo reconoció desde un primer momento, las cosas no han sido nada fáciles. Tras un largo tiempo de discusiones y demandas, padre e hijo recuperan el tiempo perdido. «Estuve hace poco con él, incluso con Astrid, en el cumpleaños, y estoy muy feliz de que todo haya vuelto a su cauce natural. Pero es algo que lo reservamos para la familia», dice.

Esta nueva canción supone el regreso de Chenoa a la actividad. Aunque ha estado de conciertos este verano, espera sacar pronto un disco, pero sin prisa. «No soy muy rápida lanzando trabajos. Estoy escribiendo y creando con mi productor Alfonso Samos. Tengo tiempo y lo estoy haciendo con calma», cuenta. Desde hace seis años está quizá más volcada en la televisión. En diciembre participará en el concurso de repostería ‘Celebrity Bake Off’, siguiendo los pasos de su compañero de ‘Operación Triunfo’ David Bustamante en ‘MasterChef’, aunque reconoce que él «se lo curra y mucho». «Hay que ser honesta, yo no tengo dotes para la cocina. Más que cocinar, vais a verme limpiando, que me encanta. Soy muy limpiona, solo sé hacer un pan de plátano». Asegura que ha sufrido mucho: «Saco todo el abanico de color porque tengo todos los estados de ánimo. La cocina realmente me ha puesto en mi lugar y ahora entro con mucho respeto a las panaderías». Y no parece que le haya cogido mucho gustillo a eso de la cocina. Sí reconoce que se hace sus bizcochos caseros cada semana para hacerlos más naturales y con menos azúcar. Una prueba de lo mucho que se está cuidando desde hace un año, aunque sin volverse adicta al deporte porque le cuesta mucho ponerse las pilas. Pero se lo propuso y lo consiguió.

Le queda pendiente pasar por el altar. Tuvo que cancelar su boda con el médico Miguel Sánchez Encinas por la pandemia, y ahora que quiere retomar su enlace no hay fechas: «Hay un embudo y los precios están más caros. Pero si la logro hacer, va a ser muy pequeña y cuidando mucho a mi familia. Tengo una abuela de 98 años que no pienso exponer a nada y quiero que esté».