Carla Pereyra: «Queremos devolver a la sociedad el cariño que Diego recibe cada día»

Son siete campañas con esta iniciativa y hasta con pandemia incluida. ¿Cómo se ven las cosas con esta vuelta a la «normalidad»?

En pandemia nos tuvimos que reinventar y apelamos a las ayudas económicas al no poder juntarnos. Hoy eso de la normalidad es algo relativo porque vamos a intentar mantener las medidas suficientes para que todos los que acudan se sientan seguros y cómodos. Evidentemente nos hace mucha ilusión volver a reencontrarnos porque además la campaña se basa precisamente en la solidaridad de los aficionados, del pueblo español, que trae sus alimentos y aporta su granito de arena. En estos siete años hemos comprobado que vivimos en una sociedad muy solidaria y eso ha hecho que cada año nos hayamos superado hasta el punto de que en la edición anterior conseguimos 36 toneladas. No imaginas la cantidad de familias que se benefician con esta aportación.

¿El resto del año siguen involucrados con estas campañas o es sólo para esta iniciativa?

Tenemos una relación especial con Cruz Roja y saben que cuentan con nosotros. Por ejemplo hemos estado muy volcados en este tiempo con los refugiados de Ucrania. Lo que ocurre es que no somos de publicitar estas historias, no tenemos necesidad de contarlo para ser mejor o peor persona. Ser solidario es algo que sale de manera innata y es nuestra forma de agradecer y compartir todo lo bueno que nos pasa en la vida. Somos muy conscientes de la realidad que vivimos. Diego fue el primero en darse cuenta que había que hacer algo con Ucrania y de ahí que acudiera a los centros para mostrar mi ayuda.

Entiendo su discreción con estos asuntos para evitar que haya quien malpiense otra cosa pero la madre Teresa de Calcuta animaba a los famosos a lanzar su mensaje.

Por eso en esta campaña tiramos de la imagen de Diego precisamente para que llegue a más hogares pero sólo es para pedir ayuda y unir fuerzas con el fin de luchar contra algo que cada día es más complicado de solucionar. Te aseguro que las colas del hambre son más largas. Yo soy quien recorro estos sitios, también de la mano del Padre Ángel, y compruebo que cada vez hay más gente necesitada. Ojalá que con nuestro granito de arena podamos acortar esas filas y devolver a la sociedad el cariño que le dan a Diego cada día.

Supongo habrá visto situaciones muy complejas de encajar.

Con los refugiados he estado días muy afectada. Es gente como nosotros, que tenían su trabajo y educación, y que de golpe han perdido todo además de la esperanza y confianza. Un día estuve con una madre y sus dos niñas y pensaba que esa mujer podía ser yo y entendí la crudeza de esta guerra.

¿Sus hijas están viendo que la vida no es sólo de color de rosa?

Los niños observar a sus padres y no hay que esperar a que crezcan para que tomen conciencia de la realidad. Además son más listos de lo que pensamos y fíjate que hoy mi niña ya me preguntaba si teníamos que ir a la recogida de alimentos. No será su primera vez pero sí lo vivirán de una manera más consciente. Me gusta que vengan, lo vean y lo entiendan de la misma manera que les enseño a vivir en responsabilidad como por ejemplo en no malgastar el agua. Te aseguro que lo tienen bien asimilado. Soy consciente de que el fútbol nos ha dado mucho pero tanto Diego como yo venimos de familias normales que siempre han trabajado, algo que nuestro padres continúan haciendo, y por eso entiendo perfectamente que podía haber estado en el lado de esas familias que no llegan a final de mes y necesitan de la ayuda. Si no empatizamos con las situaciones no habríamos aprendido nada de la vida.

¿Y qué opina de la imagen que ofrecen algunos futbolistas donde todo es dinero y lujo?

Me conoces desde que llegué a España, cuando ni conocía a Diego, y sigo siendo la misma aunque viva en una casa más grande. Mi condición como ser humano no ha cambiado e incluso hoy tengo más herramientas para ayudar a otros. Creo que es muy personal la manera en la que cada uno lleva la fama o el dinero o lo que consiga Hay quien se pasa quejándose de todo siempre y quien agradece cada día que sale el sol. Depende del aprendizaje que cada uno tenga de la vida. Yo no soy quién para juzgar a nadie pero es verdad que vivimos en un mundo de frivolidad donde las redes sociales hacen mucho daño ya que un futbolista que vive enseñando el lujo tiene millones se seguidores que sin embargo no tiene la Cruz Roja.

Las redes han sido muy crueles con usted cuando la criticaron con la excusa de su delgadez.

Los que critican suelen estar detrás de un perfil falso y además ¿quién es perfecto para criticar a los demás? Que si estás gorda o flaca pero el caso es atacar y es que cualquiera se cree con derecho a soltarte lo que está pensando de una manera tan directa y sin medir las consecuencias. Por suerte yo tengo muy claro que a mí la crítica de una señora con perfil falso no me afecta porque la única mirada que me importa es la de mi familia y mi gente.

¿No cree que esas críticas sí pueden afectar a otras personas menos maduras o preparadas como usted?

La diferencia con mi generación es que los adolescentes de hoy ya se desarrollan conviviendo con lo que hay en las redes y la perspectiva va a ser de otra manera. Yo nací sin móviles y tardé mucho en tener el primero pero hoy los niños tienen Tablet desde muy pequeños. Creo que lo fundamental es educar en el amor y acompañarles en ese crecimiento donde ya está la tecnología en sus vidas. Vivir al margen de ese mundo sería frustrarles y lo que hay que hacer es explicarles. Mi hija de 5 años se cree modelo y aunque al padre no le hace gracia le intento mostrar que hay cosas que es mejor dejarlas para más adelante sin intentar reprimir nada. Eso es lo peor. Tenemos que aprender de los errores del pasado.

Llevan nueve años juntos y no sé si se quedan con ganas de un tercer hijo.

Uno nunca sabe la vida lo que le depara, pero sinceramente creo que estamos muy bien con la familia que hemos creado. Tampoco sabemos si estaremos 20 años más en España o nos iremos en función del trabajo de Diego pero hoy tenemos mucha faena en el día a día como para más bebés que requieren toda nuestra atención. Mis hijas van al cole y eso me ha permitido recuperar mi trabajo y compaginarlo con ellas cuando vuelven a casa.

¿Ya saben qué harán este verano?

De planes no, pero vienen mis padres y eso me hace muchísima ilusión. Con ellos en casa, Diego y yo aprovecharemos para hacer una escapada que también hay que disfrutar de la pareja. Es muy necesario.