El riesgo de embarazo adolescente disminuye si se convive con un caso cercano

Aunque se pueden apreciar diferencias entre aquellas que cuentan con amigas con hijos y las que sus amigas han sufrido algún tipo de aborto, ya que las segundas no mantienen el mismo cuidado en el momento de mantener relaciones sexuales. A la hora de afrontar los encuentros, las que tienen amigas embarazadas, lo hacen de una manera distinta ya que «los adolescentes aprenden de los errores de sus amigos», explica Olga Yakusheva, coautora del estudio.

Además, las probabilidades de estas jóvenes de estar casadas antes de haber cumplido los 20 se reducen a un 6%, mientras que la posibilidad de conseguir finalizar unos estudios universitarios alcanza el 8%. Las posibles razones podrían deberse a «el estigma que han sufrido sus amigas», argumenta Jane Champion, investigadora de la Universidad de Texas, «muchas adolescentes embarazadas deben dejar de estudiar o ir a centros alternativos con el consiguiente impacto en su vida social».

Por lo tanto, una joven que vive una situación de embarazo adolescente, aunque no sea en su propia experiencia, tiende a tratar las relaciones sociales de manera que prevenga experimentar la misma situación en la que se encuentra su amiga.