Halloween, un peligro añadido a los accidentes en casa

Las cifras también indican que es un 30% más probable que un pequeño tenga un percance en el hogar que en la vía pública, así como que las caídas son el caso más frecuente -protagonizan 2 de cada 5 percances-. Le siguen los cortes y desgarros, quemaduras y golpes y las intoxicaciones y atragantamientos. Afortunadamente, hay forma de minimizar los riesgos.

Acompáñales durante la fiesta y supervisa sus actividades. Procura que el número de niños se adecue al de los adultos.

No te excedas con las golosinas -aunque sean fiestas es importante no perder de vista que un consumo excesivo de azúcar puede suponer sobreexcitación y problemas gastrointestinales- y procura descartar alimentos del tipo salchichas o similares, con los que son frecuentes los atragantamientos. Deshazte de los envases y envoltorios peligrosos.

Ten en cuenta el peligro que pueden conllevar determinados objetos de decoración como las telarañas artificiales y otros accesorios, sobre todo si los comensales son niños muy pequeños. La manera más sencilla de evitarlo es que los hagan ellos mismos. Ahora bien, no deberían vaciar las calabazas, un proceso más complicado para el que se requiere de un cuchillo afilado. En su lugar, podemos dejar que dibujen las sonrisas y ojos por donde cortaremos.

Deja a un lado las velas y opta por otras fuentes de luz similares para evitar riesgos innecesarios . Tal y como apunta el comparador, el 90% de los incendios en la vivienda son fruto de descuidos. Razón de más para hacerse con unas velas a pilas, luces indirectas, linternas u otras alternativas. Si son muy pequeños instala pilotos y no te pases con la oscuridad.

Evita caer en el consumo excesivo y trata de hacerlo tú mismo -e implicar a los benjamines del hogar en el proceso- , de esta manera ahorrarás y crearás un ambiente único. Otra opción es que compares online para adquirir el producto más económico. De hecho y según Acierto.com, esto es algo que hacen ya 9 de cada 10 consumidores.

Para acabar, revisa la casa en su totalidad y comprueba que no existen elementos con los que los niños puedan hacerse daño (mesas con esquinas puntiagudas, enchufes al descubierto, productos de limpieza o cocina a su alcance). Si la casa cuenta con jardín, procura que no haya hojas mojadas con las que resbalarse y que la zona esté correctamente iluminada. Guarda los dispositivos electrónicos a buen recaudo para no «fastidiar» el ambiente y ahorrarte percances.

Si no eres tú el que organiza la fiesta y tu pequeño va a visitar la de algún amigo, asegúrate de que esta cumple los requerimientos comentados y ponte en contacto con los padres del amigo organizador.

Al margen de la decoración, el disfraz es otra clave de Halloween . Conviene asegurarse de que no implica peligro alguno. Lo primero será comprobar si cumple los protocolos de calidad de la Unión Europea. Después bastará con aplicar la lógica: fijándonos si tiene accesorios pequeños -que puedan tragarse-, afilados, que sea fácil de encontrar en la oscuridad -claro o de un color brillante- y revisando que carezca de materiales inflamables y demás. Asegúrate de que no le viene grande para que no se lo pise.

Para pintarles la cara escogeremos un maquillaje hipoalergénico para evitar reacciones cutáneas, aunque en niños muy pequeños no se recomienda hacerlo, pues su piel es más sensible. Acuérdate de realizar una prueba unos días antes en una pequeña zona. También conviene tener cuidado con los esmaltes, pues muchos de ellos tienen disolventes que pueden ser peligrosos, en especial para los niños que se llevan las manos a la boca con mayor asiduidad.

En todo caso, nos decantaremos por la pintura antes que por la máscara, pero si nuestro pequeño quiere llevarla, habrá que cerciorarse de que permite respirar y ver sin ningún problema -nos ahorraremos tropezones y caídas-, y de que es lo suficientemente amplia como para que se encuentre cómodo.

Más allá de los muros del hogar, resultará imprescindible que enseñemos a los más pequeños a «defenderse» fuera, especialmente si es la primera vez que piden regalos solos, o van a acudir con un adulto y otros niños a hacerlo por las casas del vecindario. Por ejemplo, será básico que conozcan la ruta que van a realizar y que esta carezca de tramos peligrosos; así como que lleven una pulsera identificativa (que no puedan quitarse) con el número de teléfono del adulto a cuyo cargo se encuentren.

Otra parte fundamental es que sean conscientes de la importancia de tener cuidado: que no se acerquen a lugares poco iluminados, que vayan siempre por la acera, que crucen por los pasos habilitados a tal efecto y respeten la señalización, que tengan siempre a mano la linterna, que permanezcan siempre junto al resto de compañeros del grupo, etcétera. No pasarse con los dulces y decantarse por aquellos que se encuentren correctamente envueltos es otro punto que convendría inculcarles.

Si, por desgracia, es demasiado tarde y ha ocurrido algún percance durante la fiesta, debes saber que el seguro de hogar se hará cargo de los incidentes que afecten a terceros dentro de tu domicilio. Lo hará a través de la garantía de responsabilidad civil. Esto incluye también que tu perro muerda a uno de los pequeños (siempre y cuando no sea de una raza potencialmente peligrosa, por ejemplo). Ahora bien, la responsabilidad civil no cubrirá lo que le pase a tu hijo o a ti mismo.

La mayoría de seguros de hogar, por otra parte, también responderán ante un incendio (fruto, por ejemplo, de un descuido con las velas). De hecho, cómo se genera el incendio es un punto importante cuando la entidad de seguros se encuentra de por medio. Las causas ante las que suele responder incluye la negligencia propia, caso fortuito, causas naturales, y malquerencia de extraños. Eso sí, deberías comparar entre las diferentes compañías, pues existen matices acerca del contenido y continente, el límite de indemnización, etcétera.

Así, especialmente en los seguros de hogar vinculados a hipotecas, es frecuente que solo se asegure la vivienda, pero no los bienes que contiene la misma. Sin embargo, de esta forma los asegurados quedan desprotegidos ante un gran número de posibles incidencias, incluido el robo.

Dicho lo cual, cabe comentar que este tipo de póliza no es obligatoria y que todavía hoy el 24% de los hogares carece de una. Asimismo, 3 de cada 10 de los que sí tienen un seguro de hogar, desconoce las coberturas contratadas y su alcance. Algo que finalmente deriva en que no lo utilicen cuando lo necesitan; un motivo más para revisar tu contrato de cara a este próximo Halloween.