Los españoles quieren trabajar de ocho de la mañana a cuatro de la tarde

Ese es el ideal que todos desean. Pero la realidad es otra bien distinta: los españoles duermen de media siete horas, salen de casa sobre las 7.45 para ir al trabajo (los hombres media hora antes que las mujeres), tardan 22 minutos en llegar a su puesto laboral, no hacen pausa para comer y trabajan cuarenta horas a la semana. Un tercio de los empleados trabaja habitualmente los sábados y uno de cada cuatro, domingos y festivos.

Ante esa realidad, no es de extrañar que uno de cada tres trabajadores declare que su horario no le permite conciliar. El trabajo no les deja suficiente tiempo para atender a la familia y cultivar la vida social. Eso provoca que sólo el 37% este muy o bastante satisfecho con su horario de trabajo frente a un 45% que se siente insatisfecho y un 18% que declara que se encuentra sólo algo satisfecho. Cifras que mejoran en el sector público, donde el 80% de los empleados está contento con su hora de entra y salida del trabajo.

Lo peor es comprobar que existe cierto pesimismo. Pues la mayor parte de la población piensa que según se encuentra ahora la situación o se elige vida o se elige trabajo. De hecho, dos de cada tres españoles piensa que no es posible tener una brillante carrera profesional sin renunciar a aspectos importantes en el ámbito social y familiar. Aunque los más optimistas son los autónomas, porque el 44% cree que es posible combinar una carrera brillante y una vida familiar plena.