Vox lleva al Congreso el protocolo de Castilla y León con medidas para desincentivar el aborto

El portavoz de Vox en la Cámara Baja, Iván Espinosa de los Monteros, ha comparecido en rueda de prensa antes de la Junta de Portavoces y ha anunciado el registro de dos proposiciones no de ley que atañen a la ley del aborto y a la ley trans. Ambas normas se aprobarán definitivamente este jueves, con medidas como que las menores de dieciséis y diecisiete años puedan terminar con su embarazo sin permiso paterno, y la libre autodeterminación de género también en menores de edad.

Espinosa de los Monteros ha incidido en los ataques al PP, que la semana pasada tildó de «correcta» y «bien construida» la ley de plazos del aborto. «El PP recurrió ante el TC y ahora se felicita de la ley de plazos. El señor Feijóo se alegra de su propia derrota ante un tribunal», ha lamentado el diputado de Vox, quien ha apostillado que los populares «se autoatacan» al suscribir la enmienda que se introdujo en el Senado para que la nueva ley del aborto prohíba protocolos como el de Castilla y León.

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Precisamente, en la proposición no de ley sobre el aborto —iniciativa no vinculante, pero que emite un mandato del Congreso al Gobierno—, Vox recoge que se inste al Ejecutivo a aplicar políticas destinadas a «asegurar una correcta información a las mujeres embarazadas» y «garantizar que la acción de los poderes públicos se orienta a la protección de la maternidad y de la vida desde la concepción hasta la extinción natural y no al fomento del aborto».

En concreto, Vox quiere que se ofrezca a todas las mujeres gestantes —sea o no un embarazo deseado— asistencia gratuita prestada por psicólogos clínicos, «la posibilidad de escuchar el latido fetal» y «el acceso a ecografías 4D». Estas iniciativas ya fueron anunciadas en Castilla y León por García-Gallardo (Vox), en una rueda de prensa junto al portavoz del Gobierno autonómico, Carlos Fernández Carriedo (PP), quien no lo corrigió en ningún momento.

La izquierda reaccionó con virulencia contra el plan anunciado por Vox, al entender que ofrecer a una mujer decidida a abortar que escuche el latido del feto o una ecografía en 4D equivale a intentar hacerle cambiar de opinión. Génova rechazó el protocolo y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), desautorizó a su vicepresidente. Los populares mantienen que ese documento nunca existió e incluso Alberto Núñez Feijóo llegó a decir que su partido no hará nada para «coaccionar» a las mujeres.

Ahora, tras el giro histórico en la posición del PP al aceptar la ley de plazos conocido el fallo del Constitucional, Vox está echando toda la carne en el asador para erigirse en el único defensor del «derecho a la vida». «Hay un nuevo bipartidismo en España: Vox y todos los demás», ha dicho este martes Espinosa de los Monteros. El domingo, Abascal arremetió con dureza contra los populares, a quienes situó en «el centro-izquierda» y este lunes, Ignacio Garriga remarcó «la preocupación» en la sede nacional de su partido por los últimos postulados de Génova.

En la proposición no de ley sobre el aborto, además de recuperar el protocolo 'fantasma' de Castilla y León, Vox pide al Congreso apoyo para instar al Gobierno a derogar la vigente Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. En la iniciativa con relación a la ley trans, el partido de Abascal reclama que se rechace la autodeterminación de género y pide un informe sobre la transexualidad en España, con datos sobre la disforia de género, los tratamientos realizados y efectos a largo plazo.