Vox exige al PP que aclare si su acto contra la amnistía es un mitin antes de decidir si acude

En Murcia, adonde Santiago Abascal ha acudido este jueves para asistir a la toma de posesión de José Ángel Antelo como vicepresidente regional, el presidente de Vox ha remarcado que su partido no ha sido invitado al acto anunciado por el PP y le ha pedido que explique si es un evento partidista, en cuyo caso Vox no acudiría. A la formación derechista, de todas maneras, le incomoda sobremanera que desde Génova se trate de capitalizar el rechazo a una hipotética amnistía del 'procés' cuando, esta misma semana, los populares han prestado senadores a Junts y al PNV para que tengan grupo parlamentario propio en la Cámara Alta. Abascal ha reclamado también una justificación al respecto.

Siguiendo los pasos de su líder, Pepa Millán se ha estrenado en rueda de prensa como portavoz del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso momentos antes de la primera reunión de la Junta de Portavoces desde la constitución de las nuevas Cortes. La diputada ha dejado claro que su formación asistirá al acto del PP si se trata de una llamada a toda la sociedad y no en una movilización partidista, pero se ha preguntado una y otra vez, con ironía, «qué PP» convoca la protesta: el que acaba de pactar con Vox para formar Gobierno en la Región de Murcia o el de María Guardiola, que ya reniega de su acuerdo con Vox pese a compartir Ejecutivo.

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La presidenta de Extremadura, que fue investida tras un acuerdo para gobernar en coalición con Vox y después de haber prometido que nunca lo haría, ha afirmado este jueves, en una entrevista en el diario 'Hoy', que su relación con el partido de Abascal es «escasa o ninguna». Sin medias tintas, Millán ha respondido con firmeza y ha amagado con represalias políticas si no hay una rectificación de Guardiola. «Tendrá que rectificar. En caso contrario, tendrá un Gobierno débil o puede ser que directamente no tenga Gobierno», ha advertido la portavoz parlamentaria desde la Cámara Baja.

En cualquier caso, y de vueltas a la protesta convocada por el PP, Millán ha garantizado que Vox no le tiene «ningún miedo ni complejo» a una nueva foto de Colón —en alusión a la manifestación en la que se unieron por primera vez PP, Ciudadanos y Vox para protestar contra la figura del relator reclamada por los independentistas—, pero ha cuestionado la coherencia de Génova por alentar una movilización contra la amnistía mientras concede, según ella «con un fraude de ley», que nacionalistas como Junts y el PNV tengan grupo propio en el Senado, con el consiguiente aumento de fondos. Millán ha censurado declaraciones de dirigentes populares como Cuca Gamarra, Esteban González Pons y Juanma Moreno, entre otros.

Después ya de la Junta de Portavoces, la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, ha remarcado que la protesta es un acto del Partido Popular «en el marco de la investidura», pero también ha apuntado que es «abierto» y que podrán acercarse todos los ciudadanos que quieran. «Es un acto del Partido Popular que organiza y convoca el Partido Popular (...). Si hay otros ciudadanos u organizaciones que quieran acudir, no hay nada que lo impida, pero esperamos que nos lo comuniquen», ha dicho.

Al margen de esto, la portavoz de Vox en el Congreso, que sustituye al dimitido Iván Espinosa de los Monteros, ha anunciado dos iniciativas de su grupo parlamentario, ambas con conexión con el nacionalismo. La primera, contra el «bloque de destrucción nacional», es una enmienda a la totalidad que presentará contra la reforma del Reglamento para que se puedan usar las lenguas cooficiales en la Cámara Baja. Millán ha criticado que el argumento para que se hablen el catalán, el euskera y el gallego en la sede de la soberanía nacional sea la «pluralidad» cuando, según ella, quienes promueven este cambio, allá donde gobiernan, «marginan el castellano».

«Quieren convertirnos en extranjeros en nuestro país», ha insistido, y ha deslizado además el «elevado coste» que supondrá la contratación de intérpretes y la implantación de medios técnicos para la traducción simultánea. Vox ya ha pedido a la Mesa del Congreso que detalle el desembolso que supondrá a la Cámara Baja el empleo de todas las lenguas cooficiales cuando todos los diputados hablan el español como lengua común de la nación.

Por último, en la particular batalla de Vox por la reunión entre la vicepresidenta en funciones Yolanda Díaz y el prófugo Carles Puigdemont, Millán ha anunciado una proposición no de ley —iniciativa no vinculante, pero que emite un deseo del Congreso— para que, de ahora en adelante, se impida que los miembros del Gobierno negocien absolutamente nada con un fugado de la Justicia.