Vox exige explicaciones al PP por «validar» a Junts como interlocutor

Este lunes, el secretario general de Junts, el indultado Jordi Turull, ha negado la existencia de conversaciones con los populares de cara a la investidura de Núñez Feijóo, programada para finales de este mes, pero las palabras del líder popular han hecho saltar las alarmas en Vox. Su número dos, Ignacio Garriga, ha comparecido en rueda de prensa tras la reunión del Comité de Acción Política del partido, presidida por Santiago Abascal, y ha exigido explicaciones al PP, con quien Vox comparte los Ejecutivos de Castilla y León, Extremadura, Comunidad Valenciana, Aragón y Región de Murcia.

Garriga no ha apuntado posibles consecuencias en la investidura de Núñez Feijóo, que Vox se comprometió a apoyar a pesar de que el candidato del PP, 'a priori', no reunirá los votos suficientes para ser nombrado presidente, ni tampoco represalias en los recién estrenados Gobiernos regionales, donde Vox quiere centrarse en la gestión para demostrar, según su visión, que allá donde gobiernan juntos las cosas funcionan mejor que en los lugares donde lo hacen los populares en solitario.

Eso sí, el secretario general de Vox, ante la mirada de varios dirigentes como el vicepresidente de la formación Jorge Buxadé y su portavoz en el Congreso, Pepa Millán, ha dejado claro que su partido, al contrario que el PP, jamás se plantearía contactar con Junts para una hipotética investidura de Abascal. Sus estatutos, de hecho, prohíben la negociación con independentistas, cuya ilegalización defendió Vox la legislatura pasada en el Congreso quedándose solo en el hemiciclo.

Tras palabras de pésame a las víctimas del terremoto de Marruecos y a su compañero Javier Ortega Smith, que ha perdido a su madre, Garriga ha criticado que el PSOE esté dispuesto a negociar la amnistía y ha pedido no «blanquear» al partido del actual presidente en funciones, Pedro Sánchez. «No existe un PSOE de los patriotas y un PSOE amigo de los golpistas porque todo el PSOE está callado ante una realidad que lleva a compensar a los culpables del peor delito que puede cometer un político», ha argumentado.

En este contexto, y días después de la reunión entre el prófugo Carles Puigdemont y la vicepresidenta en funciones Yolanda Díaz (Sumar), Garriga ha reprendido al PP por coquetear con la posibilidad de entablar conversaciones con Junts, controlado todavía por un fugado de la Justicia. «No entendemos muy bien cómo es que algunos quieren validar por interlocutores a Junts», ha expresado Garriga, quien ha centrado sus críticas en Esteban González Pons, a quien se ha señalado como interlocutor con la formación independentista.

El diputado del PP llegó a decir que Junts es un partido con una tradición y legalidad acreditadas; palabras que a juicio de Vox merecen una desautorización de Génova. «Parece más dispuesto a hablar con un prófugo que con su partido en Cataluña», ha censurado Garriga a González Pons, en alusión a la incomodidad manifestada por el PP catalán ante un posible acercamiento a Junts.

Al margen de esto, Garriga ha sido crítico con la Diada porque, según entienden en Vox, el independentismo la utiliza para generar división y enfrentamiento entre catalanes. Por ello, Vox rechaza participar en actos oficiales de esta festividad. El partido ha registrado este lunes una proposición no de ley en el Congreso -sin valor legislativo, pero que emite un posicionamiento de la Cámara Baja- para reivindicar la figura de Rafael Casanova, entre otros, como un «patriota». Un personaje histórico del que, remarca Vox, el separatismo quiere «apropiarse».