El Supremo se plantea su competencia para estudiar la demanda del juez García-Castellón contra Ione Belarra por llamarle «corrupto y prevaricador»
El tribunal trata de aclarar si la dirigente de Podemos insultó al juez desde su posición de diputada, lo que justificaría su aforamiento
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La Sala Primera del Supremo ha dado un plazo de días a las partes para que informen sobre la competencia del Alto Tribunal para resolver la demanda presentada por el juez Manuel García-Castellón contra la diputada de Podemos Ione Belarra por llamarle «prevaricador ... y corrupto».
Los magistrados han tomado esta decisión durante la audiencia previa celebrada este jueves, en la que tras constatarse que no hay acuerdo, han propuesto prueba de cara a la resolución de la demanda por la que el juez ya jubilado pide a la dirigente de Podemos 240.000 euros por haber atentado contra su honor.
En la vista pública, los magistrados han abierto la puerta a declinar su competencia porque a efectos de aforamiento no es lo mismo que Belarra profiriera los insultos al juez en su cuenta personal de la red social X a que lo hiciera en su condición de diputada de Podemos, que es precisamente lo que justificaría su competencia para resolver la demanda.
Diez días para argumentar
Para la defensa de Belarra se trataron de manifestaciones hechas en el ejercicio de sus funciones, pero aún así el tribunal ha dado una plazo de diez días a las partes para que lo argumenten por escrito. A continuación, resolverá sin necesidad de juicio al no haberse propuesto prueba.
La letrada del magistrado sí ha pedido que se incorpore a las actuaciones una entrevista a Belarra en el programa de Pablo Iglesias, en la que, tras ser preguntada por esta audiencia previa, se ratificó en todo lo dicho en la red social asegurando que «el objetivo de esta demanda es callarnos, criminalizarnos para que sigan mandando los mismos (...). Estamos convencidas de que este juez y otros se han dedicado a perseguir a gente de Podemos, a perseguir activistas».
La demanda de García Castellón cuenta con el apoyo de la Fiscalía, que ya apuntó que los calificativos de Belarra contra el juez eran «claramente ofensivos e innecesarios».
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