Sánchez pagará 350 millones por radios militares tácticas militares hechas con piezas israelíes

Un caso paradigmático, según las mismas fuentes, es el de la nueva radio táctica que va a sustituir a las actuales, francesas. El Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, presentado por el jefe del Ejecutivo, recoge una partida de 350 millones de euros para esas radios, sin duda imprescindibles para las Fuerzas Armadas.

La curiosidad en este caso reside en que los componentes de los aparatos los fabrica Elbit, que es una empresa israelí, se montan en una empresa española llamada Aicox y Telefónica las adquiere finalmente a esta sociedad para su venta final. Esta forma de operar, según los que conocen el mercado de material de defensa, es bastante común.

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Telefónica ha participado en al menos tres contratos adjudicados por Defensa para el suministro de radios en el marco del programa SCTR (Sistema Conjunto de Radio Táctica), en colaboración con la empresa israelí Elbit Systems y la española Aicox.

Pero la sombra de la industria de defensa israelí en España es grande, según subrayan fuentes militares, un sector con mucho peso en el país y enraizado en las fuerzas armadas de muchas otras naciones. Son especialmente potentes precisamente en el ámbito de las comunicaciones, la optrónica o los misiles, entre otros, por lo que el comercio ha sido habitual durante los últimos años en sistemas de aviones y helicópteros, misiles contracarro o contramedidas electrónicas.

De esta forma, apuntan que el problema para el Gobierno y el Ministerio de Defensa podría pasar no tanto por las nuevas adquisiciones, sino por los contratos de mantenimiento y repuestos. Precisamente este es uno de los ámbitos en los que la ministra Margarita Robles había reconocido públicamente que sí se seguía teniendo relación comercial con Israel, el envío al país de ciertos sistemas, sobre todo del Ejército del Aire y del Espacio, para su mantenimiento y reparación.

Más allá de esto, la industria israelí sigue siendo importante en la renovación y adquisición de materiales prevista por Defensa. Algunos de los programas más importantes que esperan las Fuerzas Armadas cuentan con elementos de compañías de Israel, aunque combinados con una importante participación de la industria española.

Es el caso del misil Spike LR2, cuya compra autorizó el Gobierno en octubre de 2023, justo antes de los atentados de Hamás del 7 de octubre. Se trata de la compra de 168 sistemas de misiles contracarro Spike por más de 285 millones de euros, fabricados por un consorcio de empresas liderado por Pap Tecnos, la filial española de la israelí Rafael, fabricante original. Pero la relación de las Fuerzas Armadas con este sistema es antigua y tanto el Ejército de Tierra como Infantería de Marina cuentan con una versión anterior en sus filas desde hace años.

También está el caso del lanzacohetes de alta movilidad SILAM, de 697,5 millones de euros, adjudicado a las compañías Escribano y Expal que llegaron a un acuerdo con la israelí Elbit de transferencia de tecnología para su fabricación en España. Y hay otras adquisiciones sobre la mesa con participación de Israel, como los pod de designación láser para los cazas Eurofighter o el carro de combate Leopard 2A8, que aspira a comprar el Ejército de Tierra y que cuentan con el sistema de protección activa Trophy desarrollado por la compañía israelí Rafael Advanced Defense Systems.